20 tatuajes en la clavícula para sentirte más sexy todos los días

20 tatuajes en la clavícula para sentirte más sexy todos los días

20 tatuajes en la clavícula para sentirte más sexy todos los días

En novelas como María de Jorge Isaacs, las figuras que representan el deseo y la sensualidad femenina son retratadas como mujeres con atributos comunes, pero conductas extrañas. Quizá si hoy leemos la manera en que el autor describe los hombros o tobillos de sus personajes no nos parezca nada del otro mundo; no obstante, para la época estas dos zonas en especial eran sinónimo de sensualidad y erotismo en su estado más puro.

Más que un medio de entretenimiento, la literatura se ha convertido en una especie de máquina del tiempo que nos enseña todo acerca de los usos y costumbres de otras épocas. Si nos centramos en movimientos de principios del siglo XIX, como el romanticismo latinoamericano, más allá del apego a la naturaleza en función de las emociones de cada personaje, podemos encontrarnos con extrañas definiciones de sensualidad que hoy simplemente nos darían risa.

Justo cuando entendemos que el erotismo no se trata de cuerpos desnudos y relaciones sexuales explícitas, comprendemos –sobre todo en el caso del cuello y hombros– por qué estas zonas gozan de tanta sensualidad. Las clavículas, por ejemplo, son esa delgada frontera entre el cuello y el pecho en donde cualquier persona clavaría sus mirada fijamente en cualquier momento. Nos atraen sobre todo por que su diminuto tamaño nos despierta cierta curiosidad por develar qué es lo que hay debajo de ellas, pero siempre de una manera lenta y delicada, como si no quisiéramos que nuestra vista las pierda de golpe.

Probablemente esa necesidad de mantener la mirada fija en estos huesos es la que hace que muchas personas decidan tatuarse en esta zona. Desde flores hasta frases, estos diseños enmarcan perfectamente nuestros deseos más profundos y los transforman en misterios que deseamos y necesitamos resolver para poder continuar a través de nuestro viaje al placer —ése al que sólo se puede llegar cuando el roce entre dos cuerpos deja de ser violento para convertirse en una tierna muestra de amor—.

No importa el diseño que la gente decida ponerse en sus clavículas, éste funcionará como el paisaje para el Romanticismo decimonónico, pues jugará con nuestros sentimientos y deseos llegando a encajar con el movimiento de los cuerpos. Todo depende del punto al que se quiera llevar la sensualidad que estos tatuajes representan. Absolutamente todos los elementos importan en este juego de seducción a través de la tinta; incluso los colores servirán para retratar el carácter de la persona a la que nos estamos enfrentando. Pueden ser vivos o apagados, dependiendo de cada personalidad, estos tatuajes serán un reflejo de su alma y de todo lo que sus cuerpos pueden ofrecer a los demás y a sí mismos.

Pensar que algo tan sencillo como estos pequeños trazos puede despertar el deseo a un nivel tan imponente, sin duda nos hace creer en el potencial que tenemos para que nuestro cuerpo y nosotros mismos podamos expresarnos con algo más que palabras o gestos y el hecho de que exista algo como el tatuaje lo vuelve aun mejor, pues con este arte nuestra sensualidad puede tomar matices mucho más íntimos y profundos.

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