“Pies para que los quiero si tengo alas pa’ volar”. Esa no sólo fue una de las motivaciones de Frida Kahlo, también es la frase que ha inspirado a cientos de mujeres a atreverse a despegar los pies de la Tierra para así fluir con el viento. Estas palabras fueron escritas por la pintora mexicana en 1953, un año antes de su muerte, para inmortalizar aquel sentimiento que, hasta sus últimos días, formó parte de su potencia y fortaleza como artista y ser humano. Al hablar de alas y vuelos ella se refería a aquella parte que muchas veces ni siquiera notamos, pero que siempre está ahí. Esa fuerza que explota en el momento más complicado e inesperado, es la que nos ayuda a alzarnos aún cuando nos sentimos hundidas.
La cita de la también poeta, fue extraída de su diario personal. Ésta se encontraba en la parte inferior de una acuarela en la que ella plasmó un par de pies que a la altura de la pantorrilla se convertían en una maceta. Colgadas de esta jardinera aparecen unas ramitas débiles como vestigios de una planta marchita, que alguna vez fue joven, hermosa y vívida. La interpretación de esta obra, junto con la popular frase de Frida, ha abierto un mar de posibilidades con las que muchas se identifican.
Esta figura retórica nos invita a ver más allá de lo visible, a sentir más allá de lo tangible y a creer en algo que aún no descubrimos. Aunque se trate de sólo letras, esta idea es tan poderosa como la fuerza que necesitamos para sobreponernos a la adversidad y por esa razón tatuarla se ha vuelto una práctica tan popular como significativa. Los tatuajes pesan y valen no sólo por los que dicen o muestran, también por el lugar en dónde elegimos llevarlos. Los diseños que se crean sobre el empeine, tobillo o alguna otra parte de los pies son pequeños motivos que impulsan a quien los usa, pues los tatuajes en esta parte del cuerpo nos recuerdan que, a veces, lo mejor es despegar los pies de la Tierra.
En los costados, el empeine, talón, nacimiento de los dedos o tobillo se encuentra el lugar perfecto para portar un diseño sutil, con mucho significado y montones de sensualidad. Estos trazos delicados, con o sin color, son los que nos recuerdan los mejores momentos caminando sobre la arena de una playa a la que escapamos o aquel día en el que la locura le ganó a la razón y por fin cumplimos ese sueño aventurero que siempre tuvimos.
La tinta incrustada en los poros de esta sensual área es una de las obras de arte más originales que cualquiera podría crear con su cuerpo. Aquellos tatuajes que sólo pueden ser vistos en momentos especiales, a través de la desnudez o por medio de unos tacones feroces, son los que despiertan una mayor energía en quien los posee. No importa si son simples líneas de color negro o grandes composiciones en acuarela, grabar nuestros sueños, deseos, ideas e inquietudes en los pequeños huecos de nuestros pies siempre será la mejor manera de recordar que en el momento en que decidamos, podemos comenzar a emprender el vuelo.
Frida Kahlo vivió atada al sufrimiento de una cama pero su corazón, alma y mente jamás pudieron ser encadenadas a ningún plano terrenal. Su creatividad siempre voló por lo más alto de los cielos y sus esperanzas jamás tocaron el suelo. Por esa razón, sólo ella pudo haber sido la creadora de una frase tan hermosa como “Pies para que los quiero si tengo alas pa’ volar”. Al igual que ella, cada una encontraremos ese trazo, aquella palabra o la frase exacta que sobre nuestros pies nos ayudará a recordar lo importante que es volar cada vez más alto.
No subestimes el poder que un tatuaje puede darte, muchas veces llevar ese mensaje o dibujo de manera perpetua sobre la piel es lo que no nos deja olvidar de lo que somos capaces. Además, algunos diseños de tatuajes para mujeres son mucho mejores que cualquier accesorio. Por otro lado, si necesitas algo que te ayude a superar las etapas del duelo amoroso también puedes optar por llevar cada una de esas fases en tu piel.