Armando Manzanero es uno de los máximos exponentes de la música romántica mexicana. Un ícono de la industria no solo nacional, sino de todo el mundo.
Sus más de 400 canciones han sido escuchadas y compartidas por generaciones desde 1950. Éxitos como ‘Somos Novios’, ‘Contigo Aprendí’ y ‘Nada Personal’, entre muchas otras, se han ganado un lugar muy especial en las listas de reproducción y el corazón de millones de escuchas. Ha grabado más de 30 discos y musicalizado numerosas películas.
El también presidente directivo de la Sociedad de Autores y Compositores de México desde el 2010, está pasando por un momento muy complicado de salud. Desgraciadamente fue infectado con coronavirus.
El cantautor yucateco de 85 años fue hospitalizado el pasado 17 de diciembre en un hospital al poniente de la CDMX. Su familia y fieles seguidores se alarmaron, pidiendo cada día por su pronta recuperación.
Armando Manzanero es un guerrero y ha estado viviendo esta situación tan fuerte como siempre lo ha sido, a pesar de su avanzada edad y diabetes, siempre muestra la mejor cara a los problemas y una fuerte esperanza de que pronto estará nuevamente en su hogar.
Su familia ha estado muy presente junto a él pero como está aislado, solo pueden comunicarse por medio de un teléfono por poco tiempo. Le han pedido que no hable, solo escuche. De igual forma, le han dejado un cuaderno en su habitación para que escriba cuando guste.
«La manera en la que vive y percibe las cosas, muchas veces es sorprendente. Tiene una sensibilidad diferente», reveló su hija María Elena a La Jornada.
Lo último que se sabe es que está siendo muy fuerte y según los médicos, de seguir así, en pocos días podría trasladarse a una habitación donde esté acompañado. Una amiga del maestro contestó algunas preguntas para el medio TVNotas, asegurando que se encuentra estable y está respondiendo muy bien al tratamiento. Creen que pudo contagiarse en Mérida, lugar que visitó días antes de su hospitalización por un homenaje a su carrera artística.
La entrevistada confesó también que el maestro Manzanero estaba tan preocupado antes de su hospitalización por la falta de oxígeno, habló con su esposa e hijos para despedirse y hacerles una importante petición: que no lo intubaran si su situación se complicaba y que simplemente lo dejaran partir.
Sin embargo, el 22 de diciembre Armando Manzanero decidió aceptar que lo intubaran para reestablecer su respiración debido al agotamiento físico provocado por el COVID.
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