Cuando se habla de personal médico lo primero que se piensa es en una apariencia seria, sin embargo, la doctora Sarah Jane está rompiendo con todos estos estereotipos, pues su imagen incluye tatuajes, perforaciones y un cabello colorido.
Sarah Jane Gray, originaria de Adelaide en Australia, es una brillante médico especializada en ortopedia de 35 años, quien ha mencionado que se siente muy aliviada de que con el tiempo las personas han roto con los tabúes de dicho personal, quienes anteriormente solo podían llevar una aburrida bata blanca para cuidar a sus pacientes.
En una entrevista para newsGP, la Dra. Sarah Gray dijo que su look ha generado un impacto positivo en sus pacientes del hospital Royal Adelaide pese a que aún colegas de la ‘vieja escuela’ no están de acuerdo con su aspecto relajado y lleno de color.
“Dado que la apariencia de los médicos es un poco más relajada, es más probable que los pacientes sean abiertos y honestos con ellos y les hablen un poco más sobre cómo se sienten”, dijo.
En este sentido, la doctora australiana aseguró que sus pacientes la llenan de cumplidos cuando la ven, pues su look los impacta mucho. De hecho, mencionó que nunca ha recibido directamente algún rechazo o comentario negativo por su apariencia e incluso nunca ha tenido problemas para conseguir trabajo.
“Muchos de los pacientes más jóvenes también tienden a hablar de ello, especialmente si ellos mismos tienen tatuajes. A menudo quieren hablar sobre el arte corporal, de lo que estoy más que feliz de hablar”, dijo.
Sarah Jane también confesó que desde los 25 años inició su pasión por los tatuajes, por lo que desde entonces emprendió el proyecto de cubrir por completo su cuerpo y cara junto a su esposo, quien también está tatuado. Hasta ahora no lleva el conteo de cuántos tiene, pero sí de cuántas horas ha invertido en un estudio tatuándose, las cuáles son de 350 a 400 horas.
Otra de las cosas curiosas en la vida de esta doctora es que conoció a su esposo en la industria del arte corporal, por lo que actualmente además de tener a un hermoso bebé llamado Ramón, son dueños de su propio estudio de tatuajes.
Y pese a que en el hospital en el que trabaja no ha sido rechazada por su apariencia, la doctora Gray lamenta el hecho de que todavía existen grandes estigmas contra las personas tatuadas, pues hay quiene aún creen que son ‘malas personas’. Por ello, se ha encargado desde hace varios años de alejar estos estereotipos con ayuda de sus redes sociales con el mensaje de que la apariencia de un médico no debe influir en su trabajo.
“Si trabajas duro y quieres algo lo suficientemente fuerte, deberías poder lograrlo, y no creo que solo porque te veas diferente deba interponerse en el camino… Me apasiona mucho que la gente se dé cuenta de que el hecho de que sea colorida no significa que no sea competente”, dijo.
