La actriz de ascendencia mexicana se tomó tan en serio su papel en Merlina que decidió aprender cosas muy complicadas como tocar el chelo.
Aún no superamos Merlina, la serie de Netflix protagonizada por la joven de ascendencia mexicana Jenna Ortega, quien ya enamoró al mundo entero con la actuación que sin duda le dará un impulso a su carrera como actriz.
Y varias de las razones por las que Ortega conquistó al público no solo fue la forma en que dio vida al difícil personaje de Wednesday, la hija sarcástica y con cero emociones de la Familia Addams, sino también la forma en que se preparó para él, pues tuvo que aprender muchas cosas inimaginables como a tocar el violonchelo o esgrima.
Estos son todos los retos a los que se enfrentó Jenna Ortega para interpretar a Merlina Addams.
No parpadeó en todas las escenas
Tim Burton le dijo que para lucir aún más misteriosa y poderosa, no debía parpadear, por lo que la joven actriz aprendió a no hacerlo mientras grababan sus escenas de una manera sorprendente, pues si te fijas con detenimiento, en verdad logró hacerlo con determinación y nunca parpadeó en toda la serie.
Además, también trabajaron en conjunto cómo iba a ser la postura de su rostro hacia abajo y la posición de sus labios para que no se notara si sonreía.
Tomó clases de esgrima
Desde que el entregaron el guion supo que tendría algunas escenas de esgrima, lucha con espadas y arquería, por lo que sin pensarlo ni un segundo asistió a clases para lograr darlo todo en su personaje.
En una entrevista, Jenna explicó que tomó lecciones de esgrima dos meses por semana y entrenaba con un antiguo miembro del equipo nacional de esgrima de Rumanía.
“Era un tipo mayor y más duro, así que si le impresionaba significaba el mundo para mí”, confesó.
Aprendió a tocar el chelo
Sí, esas icónicas escenas donde Merlina toca el violonchelo sí son reales, ya que la actriz aprendió a tocar este instrumento justo dos meses antes de iniciar las grabaciones de la serie. Al igual que el esgrima, para el chelo tomó dos clases por semana y se dio cuenta que fue su actividad favorita.
“Tengo un inmenso respeto por cualquiera que toque el chelo. Creo que es un instrumento encantador”, dijo.
Hizo la coreografía del icónico baile
Ortega compartió en Twitter que su inspiración para el número de baile escolar vino de fotos de góticos bailando en los años 80, así como de Siouxsie Sioux, de Bob Fosse Rich Man’s Frug, de la actriz estadounidense Lisa Loring, del músico Lene Lovich y del actor francés Denis Lavant.
Por si fuera poco, la actriz tomó algunas clases de alemán para una escena y además tuvo que mejorar su postura para caminar muy derechita y con los brazos pegados al cuerpo.