Desde que la Psicología generó el concepto moderno de inteligencia, cientos de estudios, pruebas e investigaciones han tratado de dar con la fórmula para encontrar un nivel intelectual más alto que el resto. El cerebro de distintos pensadores considerados genios como Da Vinci, Newton o Einstein ha sido objeto de estudios para tratar de descubrir qué es lo que los diferenció del resto.
A pesar de que las investigaciones sobre el origen y las causas de la inteligencia aún son un misterio, los científicos coinciden en que se trata de una habilidad cognitiva para resolver problemas complejos, como comprender conceptos abstractos, manejar el lenguaje a un nivel elevado, comprender premisas lógicas y aplicarlo a la realidad práctica para facilitar la vida.
De entre todos los estudios científicos que buscan una relación consistente entre una actividad y el desarrollo de una inteligencia superior, los metaestudios, que parten de una premisa para llegar a una conclusión a través de décadas y otras decenas de investigaciones inferiores, han demostrado que la inteligencia puede depender de lo que una persona haga en su día a día, aún sin tratarse de una actividad intelectual o artística y tan personal como la elección de un credo, la ideología personal o el tipo de humor con el que se conduce un individuo. ¿Qué aspectos de tu vida diaria delimitan tu potencial e inteligencia? Éstos son cuatro estudios que intentan resolver esta pregunta:
Las personas religiosas son menos inteligentes
Desde finales de los ochenta, distintos estudios intentaron demostrar la correlación existente entre la inteligencia cognitiva y el grado de creencias religiosas, pero ninguno logró más notoriedad internacional que el realizado por la Universidad de Rochester en Nueva York, en 2013. Se trató de un metaestudio que a través del análisis de 63 estudios psicológicos y muestras estadísticas sobre ambos temas desde 1928 y hasta la actualidad, llegó a la conclusión de que “las creencias religiosas son poco atractivas para las personas inteligentes, pues son irracionales, no comprobables y carecen de fundamento científico alguno”.
El test de IQ reforzó esta premisa y descubrió que mientras una persona se mantenga más alejada de los supuestos religiosos, tiende a ser más inteligente y comprender de mejor forma el mundo.
–
La ideología política es clave para conocer el nivel de inteligencia
Un estudio a largo plazo de la Universidad de Brock, en Canadá, publicado en el Journal of Psychological Science trató de descubrir una relación entre el nivel de inteligencia de las personas y el espectro político que creían más acorde a sus opiniones. El estudio tomó muestreos estadísticos del Reino Unido donde en dos generaciones distintas (1958 y 1970) se realizó una prueba de inteligencia a niños de entre 11 y 13 años, para evitar un sesgo durante su adolescencia y vida adulta.
Veinte años más tarde, los mismos niños fueron interrogados acerca de su postura política a través de una serie de preguntas sobre justicia, libertad, economía y problemáticas sociales cotidianas. Los resultados demostraron una correlación casi perfecta entre los individuos con un nivel de inteligencia menor al promedio y posturas políticas conservadoras tendientes a la derecha; mientras que los niños con resultados superiores, demostraron una inclinación hacia la ideología de izquierda. Según la publicación científica, “los individuos con habilidades cognitivas inferiores gravitan en ideologías sociales conservadoras de derecha que mantienen las cosas como están, porque les provee una sensación de orden”.
–
El humor y la inteligencia
Katherine Rankin, neurocientífica de Universidad de California y su equipo, llegaron a la conclusión de que las personas que tienen un humor más sarcástico poseen un desarrollo cognitivo superior que las que les parece irritante o no le encuentran sentido. Se trata de un proceso lógico que consta de dos etapas y un reto tan complicado para la lógica como afirmar algo cuando en realidad se intenta expresar lo contrario.
La falta de habilidad para entender el sarcasmo connota una región frontal-temporal menos desarrollada y menor destreza mental para realizar comparaciones ilusorias que rayen en el humor. Lo anterior fue corroborado en al menos otro par de estudios, reunidos por Richard Chin para The Smithsonian, donde afirma que la creatividad y una concepción más compleja del mundo son rasgos cardinales de todos quienes realizan y disfrutan de bromas sarcásticas.
–
La música y el desarrollo cognitivo
Para nadie es un secreto que la música es un lenguaje capaz de desarrollar la creatividad y despertar el interés en otras artes cuando se expone a los más pequeños. A partir de esta idea, diversas técnicas se utilizan para aprender y estimular a recién nacidos, preescolares e incluso bebés dentro del útero materno; no obstante, el estudio “Short-Term Music Training Enhances Verbal Intelligence and Executive Function” publicado en la revista científica Psychological Science, demostró que la música in utero no tiene ningún aumento significativo en las funciones cognitivas de un niño al nacer.
Dos años después, el paper titulado “Music training, cognition and personality” del departamento de Psicología de la Universidad de Toronto, demostró que los niños de entre 5 y 12 años que recibían lecciones de música y tocaban algún instrumento, obtenían mejores notas en la escuela y mostraban un lenguaje más sofisticado que el resto. Al mismo tiempo, demostró una correlación inversa: los niños más interesados en practicar y aprender de música son más inteligentes, creativos y capaces de resolver problemas complejos que los demás.
–
Descubre más sobre el objeto más complejo del Universo que el hombre conoce y olvídate de dar por ciertos estos”7 mitos sobre el cerebro que siempre creíste reales”. ¿Conoces la importancia de los neurotransmisores en tu vida de pareja y por qué de éstos depende el éxito o fracaso amoroso? Averigua lo que ocurre en tu interior cuando descubres que “ya no es lo mismo” en “¿Qué le pasa a tu cerebro cuando te desenamoras del amor de tu vida?”.
–
Referencias:
The Independent
Psychological Science
Psychology Today
The Smithsonian
Scientific American