Mientras pasan los años todas tus partes del cuerpo lo hacen notar, aunque unas más que otras y depende del cuidado que tengas. Como el cuidado de la cara, haces lo imposible para que tu rostro siga viéndose suave y joven. Lo mismo pasa con la vagina: partos, menopausia y el paso del tiempo provocan que pierda su tensión y envejezca.
Los tejidos vaginales están hechos de fibras de colágeno que durante el paso de los años se estiran, creando una sensación de flacidez, pérdida de tono, sequedad, irritación, dolor al orinar y dolor durante el sexo y todas las anteriores afectan a la calidad de vida sexual de las mujeres.
El doctor Moisés Amselem, dice que cuando se trata de belleza genital femenina, existen dos preocupaciones fundamentales: el deseo de recuperar el tamaño y la firmeza perdidos en los labios mayores y en el monte de Venus; y el deseo de volver a sentir la zona hidratada y libre de sequedad.
La doctora Cristina de Hoyos, indica que las técnicas de rejuvenecimiento genital permiten lograr que la zona luzca un aspecto más joven y recuperar determinadas funciones que pueden haberse perdido, como la contención urinaria (la flacidez de los tejidos de la zona es una de las causas de pérdidas de orina) o la satisfacción durante el sexo tanto de la mujer como de su pareja. Este tipo de intervenciones están destinadas, sobre todo, a mujeres postmenopáusicas.
Láser para el rejuvenecimiento genital
El láser ha sido un movimiento icónico para cualquier tipo de cirugía estética. En el caso de la cirugía genital se utiliza el láser de CO2 fraccionado que produce un efecto térmico controlado y de gran precisión en la mucosa vaginal, provocando una contracción y retensado del tejido, devolviendo al canal vaginal su elasticidad natural. La energía láser, depositada a lo largo de la pared vaginal, calienta el tejido sin dañarlo, estimulando la formación de colágeno nuevo en la fascia endopélvica.
Ejercicios Kegel
Los ejercicios de Kegel son los más comunes para tonificar los esfínteres y los músculos de soporte. Esta técnica consiste en contraer y apretar durante 6 a 8 segundos los músculos de la zona pélvica cuando la vejiga se encuentre vacía y posteriormente relajarlos. El ejercicio debe repetirse 10 veces durante dos o tres veces al día.
Bolas chinas
Las bolas chinas son dos esferas que están unidas por un cordón y cada una contiene una bola más pequeña. Debes introducir las esferas como si fueran un tampón, éstas cumplen la función de una pesa y sirven para fortalecer el piso pélvico: en algunos casos producen placer. Una vez adentro debes realizar los ejercicios Kegel, concentrarte en contraer y relajar los músculos. También puedes intentar expulsar las bolas pujando y relajar. Este remedio no debe durar más de 15 minutos al día. Si es tu primera vez con las bolas chinas, elige las de menor peso y tamaño, inicia con una sola bola. Para introducirla usa un poco de lubricante y asegúrate de tener las manos limpias.
Tijeras verticales
Acuéstate boca arriba con las manos firmes en el piso, después eleva tus piernas abriendo y cerrando de forma alterna y cruzada imitando el movimiento de una tijera y tratando de sentir el ejercicio en la zona pélvica.
Elevación de cadera
Acuéstate en una colchoneta con los pies apoyados sobre el piso y las manos en los costados, después coloca una pelota pequeña entre tus rodillas y eleva la cadera durante 10 segundos para activar el suelo pélvico, asegúrate de que el ejercicio se concentre en tus músculos y no en el abdomen ni en los glúteos. Ésta es una posición muy frecuente en el yoga, una práctica muy recomendable para un fortalecimiento integral de la zona pélvica.
◁◁◁
Te puede interesar: Cosas extrañas que hacen las mujeres para mantener su vagina limpia.
La manera en cómo lavas tu ropa interior puede dañar tu vagina.