Salir con alguien nunca ha sido fácil. Vemos el pasado como algo romántico y sencillo (además de algo muy contaminado por la cultura pop). Largas faldas, galantería, flores con las mejores intenciones y más clichés que muchos creen típicos de los años 50, pero en realidad en esa época tenían los mismo problemas de hoy. Desde la inseguridad de invitar a salir a alguien, pasando por todos esos rituales que se deben vivir para eliminar los nervios y momentos incómodos.
No besar en la primera cita, ni acostarse antes de la tercera. Muchas cosas más que se van perdiendo poco a poco, pero sin duda una de las situaciones más difíciles es cuando todo marcha a la perfección y no entiendes por qué aún no se formaliza la relación.
Tiempos posmodernos, mentes abiertas que no se rigen bajo etiquetas… llámalo como quieras, pero siempre es un tanto frustrante que se vean, salgan, tengan relaciones y en muchos sentidos sean una pareja, pero ninguno de los
dos de el siguiente paso. Claro, hoy muchos no lo necesitan y se sienten cómodos en la deriva de que “pase lo que tenga que pasar”, un movimiento inteligente que evita muchos reclamos y situaciones innecesarias, pero puede que incluso hoy, en el siglo XXI necesites saber qué es lo que pasa por la mente de esa persona que no se atreve a usar la palabra novio o novia.
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Situación 1. Nervios
¿Y si no quiere algo tan serio? ¿Y si hay alguien más? ¿Qué puedo decirle sin parecer un intenso? Tal vez es muy pronto, tal vez no estoy listo, tal vez ni si quiera es tan serio y no quiero arruinarlo.
Comenzar con alguien nuevo puede ser muy difícil. Establecer una rutina que no parezca rutina, soportar los buenos y malos momentos, averiguar qué le gusta y qué detesta. Durante el tiempo en que una relación se forma no existe una formula perfecta, todo es prueba y error. Eso implica que la otra persona puede pensar algo completamente distinto y hacer que uno o ambos estén más nerviosos de lo que ya son, pues si en verdad te gusta esa persona, no serás capaz de tomarlo a la ligera.
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Situación 2. Sabe que no serán algo serio
Uno de los más grandes miedos que por más triste que parezca, puede ser real. Salir con alguien e ilusionarse, para después decepcionarnos pues la otra persona tenía una intención distinta es doloroso, pero ante es no queda más que dar gracias que todo terminó incluso antes de que pudiera comenzar de manera formal y no nos quedamos atrapados en una red de engaños y mentiras.
Puede que no lo esté fingiendo y simplemente no sepa que tú piensas de otra forma, puede que diga todo con tal de hacerte feliz, pero en el fondo sabe que se irá sin ningún problema y que lo que están viviendo es al día y no hay planes en el futuro. Sea como sea, la decisión no debe afectarte, pues si quieres con alguien que no busca lo mismo, no vale la pena sufrir por algo que nunca fue.
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Situación 3. Está esperando a hacerlo muy bien
Hay quienes aparentan tanto que terminan dando señales equivocadas. Tal vez su actuar es distinto en los últimos días y parece esquivar tu mirada, cambiar la conversación e incluso se porta frío y distante. Puede que esté esperando a decirte que quiere algo serio de una forma romántica. En una época en la que pocas personas escogen un día para declararse ante alguien y convertirse en novios, es extraño que alguien se tome la molestia de hacerlo de forma esplendida. No dejes que cunda el pánico y espera, aunque también podrías tomar la iniciativa tú.
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Situación 4. Cree que ya lo son
Hay personas básicas que van con la corriente y no se detienen a analizar cada pequeño detalle de la vida cotidiana. No significa que no pongan atención a nada, incluso pueden ser bastante introvertidos pues piensan en muchas cosas, pero no en las que el resto sí pone atención. Estas personas pueden comenzar una relación y por la intimidad y felicidad que tienen con la otra persona, no dejan que algo como etiquetar la relación sea algo necesario.
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Situación 5. Tiene miedo al compromiso
Dejar la soltería para adentrarse en una relación seria siempre será algo complicado. Cambiar de hábitos, pues empezar a salir con una pareja implica ir a distintos lugares, compartir días y planes. No es sencillo cuando una persona lleva demasiado tiempo soltera y está acostumbrada a tomar cada decisión sin importarle lo que otros opinen. Aunque lo más sano es que cada quien tenga sus planes y también tengan tiempo para ambos, esto también implica días conflictivos en los que se tendrá que sacrificar una comida, reunión o algo más. Tal vez tú sientes que están en el mejor momento para formalizar, pero a otra persona aún tiene miedo de abandonar eso que tan bien le ha funcionado.
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Situación 6. No ha superado a su ex
Una de las más grandes decepciones, pues ambos funcionan a la perfección e incluso cuando la pasan tan bien, puedes ver el miedo en sus ojos, pues sabes que está pensando en que tal vez eso vivió con su ex, tal vez así rió con su ex y tal vez está comparándote con esa presencia innombrable. Comenzar con alguien es recomendable cuando ya no se tiene algo que te relacione con las parejas del pasado, de lo contrario es mucho más probable que la relación esté condenada al fracaso.
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Si buscas todos los puntos y no encuentras en esa persona algo, tal vez tú eres quien tiene miedo de comenzar algo nuevo. Examina lo que haces, quieres y sientes; de esa forma podrás tener una relación mucho más abierta y honesta. Existen preguntas que se pueden hacer para saber si la compatibilidad es real, incluso te recomendamos que viajes con esa persona para que se den cuenta de qué es lo que cada uno espera de la otra persona.