En la vida de los seres humanos existen dos etapas por las que todos pasamos: momentos felices y momentos tristes. Es normal que los momentos más difíciles como la muerte de un ser querido, la ruptura con nuestra pareja o una enfermedad, resulten una odisea para poder controlar las emociones y seguir el camino que nos habíamos marcado para alcanzar nuestras metas y ser felices.
Pero existen algunas estrategias para mantener la cabeza fría; aquella persona que consiga sobreponerse a esos momentos y ser emocionalmente fuerte habrá dado un gran paso en su vida. A estas personas se les llama resilientes y se les caracteriza por ser capaces de convertir un obstáculo en una oportunidad.
El despido de un trabajo, la traición de un amigo o la muerte de un ser querido, son momentos de los que crees que no vas a salir nunca, pero no es así. Mi experiencia me ha enseñado que se puede ser fuerte emocionalmente aplicando estas siete verdades a tu vida:
1.El dolor se va con el tiempo, no es permanente
Todo pasa, hasta el dolor. Aunque en los momentos difíciles creamos que la tristeza será eterna, el tiempo lo cura todo, ¿recuerdas el dolor que sentiste al recibir una mala noticia y cómo se ha ido disipando con el tiempo?
2.Lucha por lo que quieres
No te quedes sentado esperando a que todo mejore. Las cosas no cambian si tú no haces nada para cambiarlas. Puedes desear mucho que pase algo, y está bien tener esperanza, pero si no te involucras y tomas acción, no llegará por arte de magia. En lugar de sentarte a ver cómo pasa el tiempo y quejarte por todo lo que te disgusta, ¿por qué no te centras en buscar una solución y dejas de lamentarte?
3.Sé positivo y ten confianza en ti
Tener confianza en ti mismo te ayudará a enfrentarte a cualquier problema y superar los obstáculos por duros que resulten, y si a esto le sumamos un pensamiento positivo, resultará una forma más fácil de llegar a la meta. A pesar de todo lo malo que te pueda suceder debes convencerte de que las cosas irán mejor y que tu fuerza de voluntad y trabajo merecerán la pena.
4.De todas las situaciones puedes sacar algo positivo
Gracias a todo lo que nos pasa en la vida evolucionamos, nos hacemos más sabios y fuertes, aunque nos cueste creerlo. Es muy sencillo decir esto como consejo a algún amigo, pero cuando atravesamos una situación complicada debemos transformar esos problemas en oportunidades para ser fuertes emocionalmente. Piensa en todo lo malo que te está pasando ahora, sin duda, te servirá para ser más fuerte la próxima vez.
5.Los cambios no tienen que ser malos
La vida es un constante cambio: cambiamos de casa, de trabajo, de amigos, incluso de formas de pensar. Así que para ser feliz hay que ser flexible y adaptarte a los cambios; es cierto que cuando escuchamos esa palabra nos intimidamos un poco, porque no sabemos qué es a lo que nos enfrentamos, pero un cambio no quiere decir que sea malo. Hay que aprender a ver el lado bueno y positivo de las cosas, aunque nos cueste.
6.Encuentra la paz interior para seguir avanzando
Una persona fuerte emocionalmente es aquella que encuentra su paz interior, neutralizando sus emociones negativas y potenciando las positivas. Lo negativo forma parte de nuestra vida porque gracias a eso hemos crecido como personas y hemos aprendido de nuestros errores, por tanto, al buscar nuestro equilibrio emocional no hay que reprimir lo negativo y aceptar ambos polos.
7.Conoce cuál es el límite
Otra característica de una persona resiliente es que sabe cuándo tiene que dejar ese camino e intentar otro nuevo; habrá momentos en los que te esfuerces al máximo para buscar soluciones, pero las circunstancias externas no serán las idóneas. Si no has tenido éxito después de intentarlo una y otra vez, la mejor opción es pasar página e ir por un camino totalmente nuevo.
Recuerda que nosotros somos la herramienta misma de la vida y que nuestras acciones y mente en conjunto son lo más poderoso que tenemos.
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