Es normal que los niños compartan sus inocentes aventuras con amigos imaginarios, y aunque no se encuentren a la vista de los adultos u otros infantes, para quienes los crean son visibles y reales; a esto se le conoce como una alucinación, que es cuando se producen imágenes o sensaciones que son producto de la imaginación: puede ser momentáneo o puede durar hasta un mes o un poco más.
No hay que confundirlo con la sugestión, ilusión y mucho menos con el delirio, porque se trata de temas aislados; el primer término es generado por el miedo que en casos comunes se presenta después de haber visto una película de terror; el segundo concepto se trata de distorsiones en objetos que sí existen, este puede ocurrir durante la noche al confundir un perchero con una figura humana; y el tercero está ligado a lo que pasa por tu mente y, sin importar lo que digan otros, la idea que tienes no cambiará por más que alguien lo intente. Por lo general, este comportamiento está relacionado con la conducta y no sólo afecta a quien padece de estos trastornos, sino que involucra a la gente que se encuentra a su alrededor y algunas veces pueden destruir sus vidas.
Si eres de aquellas personas que se enferma de todo o que piensa que su familia y toda la gente a su alrededor está conspirando en su contra, tal vez sea necesario que recurras a esta lista de los diferentes tipos de delirios que hay, para saber si acaso padeces alguno:
Delirio de megalomanía o de grandeza
¿Quién no conoce al gran Salvador Dalí?, el pintor surrealista a quien no le importaba lo que los demás dijeran de él. Sus aires de grandeza eran evidentes y en muchas ocasiones intimidaba o fascinaba a quienes convivían con él. Se sentía único, especial e inigualable, pensaba que era superior a los demás y siempre buscaba la manera de ser el centro de atención. “A la edad de seis años quería ser cocinero y a los siete quería ser Napoleón, desde entonces, mi vanidad no ha dejado de crecer”, decía. Este tipo de delirio lo padecen quienes tienen un alto autoestima -aunque algunos aseguran que es todo lo contrario- y alardean más de la cuenta.
Delirio místico o religioso
La persona que lo padece siempre tendrá en mente que es enviada por un ser supremo, como una especie de divinidad que ha llegado para cambiar, salvar y perfeccionar a la sociedad. Quienes padecen de este delirio hacen constantes plegarías a los personajes en los que creen que los enviaron.
Delirio de persecución
¿Mientras caminas por las calles de la ciudad sientes que alguien está detrás de ti y que probablemente quiere hacerte daño?, ¿crees que tus compañeros de trabajo traman algo para hacer que quedes mal ante alguna circunstancia? El delirio de persecución es uno de los más frecuentes entre la población. Quien lo presenta piensa que terceros quieren desprestigiar o causarle algún tipo de daño físico o moral.
Delirio celotípico
Escenas de celos, berrinches e inseguridades hacia la pareja son un ejemplo del delirio celotípico o de celos, en el que alguno de los dos involucrados tiene firme seguridad de que la persona con la que está tiene interés en otra; quien lo sufre pasa por frustración, angustia e insoportable sufrimiento que trata de controlar, también tiene la manía de revisar las conversaciones de whatsapp, inbox, o cualquier medio en el que el amado se mantenga en contacto con otras personas.
Delirio erotomaníaco (síndrome de Clérambaunt)
“El objeto del amor, que típicamente tiene un estatus social más elevado, es según la convicción delirante del paciente: quien comenzó a amar, quien ama con más intensidad o incluso el único que ama”.
Uno de los casos más famosos ocurrió en Inglaterra, poco después de la Primera Guerra Mundial: una mujer francesa de 53 años viajaba hasta la ciudad para pararse enfrente al palacio de Buckingham y ver desde las verjas al rey Jorge V. Cuando las cortinas de la residencia se movían, la señora lo interpretaba como una señal de amor por parte del rey, y aseguraba que todo el pueblo londinense sabía de lazo afectivo que había entre ambos.
Este tipo de delirio se presenta en ambos géneros igual que los anteriores, y quien lo padece cree fielmente que la persona por la que siente atracción está enamorada de ella y en la mayoría de los casos no es real. Cualquier acto de gentileza, coincidencia o movimientos que realice el sujeto deseado, será motivo para impulsar a que el interesado lo asocie con una muestra de amor.
Delirio Referencia
Las personas que lo padecen le dan un valor y significado a los objetos o hechos, y suelen generar una relación inexistente con ellos. En pocas palabras: quien sufre de delirio de referencia cree que todo gira a su alrededor: desde los temas transmitidos en televisión y en la radio, hasta noticias que aparecen impresas en una revista o periódicos. Toda la carga de información y comentarios la interpretan como si estuviera dirigida a ellos y puede generar tensión o conductas agresivas y violentas hacia los demás.
Hipocondríaco
Tener un dolor de estómago y pensar que se trata de alguna enfermedad grave y preocuparse por ello, sin reflexionar en que puede ser algo sin importancia, se le atribuye a los hipocondríacos. Ellos recurren a soluciones para tratar su malestar como ser precavidos con lo que comen, exagerar con la limpieza de su cuerpo o incluso desinfectar lo que se encuentra a su paso para no agravar sus padecimientos. En algunas ocasiones sí presentan enfermedades pero las exageran, en otras hay gente que se encuentra sana, pero siempre está pensando cuál será su siguiente malestar, lo cual provoca que se enferme de verdad. Si eres de esas personas que lee para aclarar dudas o está cerca de alguien que presenta dolencias y te adjudicas cada uno de los padecimientos, probablemente tengas el delirio hipocondríaco.
Hay pequeñas ideas que muchas veces afectan la estabilidad emocional de una persona y se vuelven un inmenso monstruo que logra apoderarse de su mente. Todo aquello que existe en la cabeza de cada persona puede ser plasmado y convertirse en belleza como el arte de Dalí; también está el camino de la autodestrucción, aunque la manera indicada para tratar estos delirios es acudir a especialistas que se encarguen de ayudar a encontrar una solución.
Sin duda este tipo de padecimientos no tienen que ser destructivos, a veces son clave para la creación, claro ejemplo es este fotógrafo que te hará sentir esquizofrenia a través de su arte.