Dante vio por primera vez esos ojos esmeraldas en la casa de Portinari, tenía nueve años y ella ocho. De inmediato se dio cuenta de que era amor a primera vista, por comentarios de los adultos se enteró que se llamaba Beatriz; ese era el nombre que adoraría por el resto de su vida aunque ella no tuviera idea de su existencia. Desde ese momento comenzó frecuentar sitios de Florencia que aparentemente su musa visitaba tan sólo para verla una vez más.
Tuvieron que pasar nueve largos años para que la volviera a ver. Beatriz estaba vestida de blanco en compañía de dos mujeres que aparentaban tener una edad mayor, ella volteó a verlo y lo saludó. Esta era la única señal que necesitaba para jurarle un amor eterno, regresó a su cuarto pensando en ella y soñó con su ser:
“La hora en que me llegó su dulcísimo saludo fue precisamente la nona de aquel día… Pensando en ella se apoderó de mí un suave sueño en el que me sobrevino una visión maravillosa, pues parecíame ver en mi estancia una nubecilla de color de fuego, en cuyo interior percibía la figura de un varón que infundía terror a quien lo mirase, aunque mostrábase tan risueño, que era cosa extraña”.
Su historia de amor terminó en desgracia, Beatriz se casó con el banquero Simone dei Bardi y tres años después, murió con tan sólo 24 años de edad. Su repentina partida marcó para siempre su vida, todo parecía que jamás podría salir del infierno en el que vivía, pero encontró en las letras la salvación. Clásicos como Virgilio lo ayudaron a rememorar la historia de Beatriz, su recuerdo dejó de simbolizar sufrimiento y se transformó en la motivación que lo llevó a escribir una pequeña novela que tituló “Divina Comedia”.
Muy probablemente el amor que Dante le tuvo a Beatriz fue idílico porque no pudo tener una relación con ella. No vivió los malentendidos, discusiones y decepciones que implica establecer una unión amorosa con otra persona. No obstante, sufrió de la misma manera que nosotros al perder a su amada, pero encontró en la literatura un nuevo amor que le ayudó a construir una nueva vida. De manera similar existen amores que muestran la luz cuando estamos en nuestra hora más oscura y nos obligan a reconsiderar el dolor que sufrimos cuando alguien rompió nuestro corazón.
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Tenías que tocar el fondo del abismo para valorar lo que venía
En el momento en que dejaste de estar a su lado, el mundo se derrumbó, las cosas que antes te apasionaban te dejaron de interesar y lo único que querías hacer era estar con ella. Todo parece indicar que jamás podrás confiar en alguien más, lo que tenían era perfecto y nunca se volverá a repetir. Con el tiempo comenzaste a darte cuenta de que todo lo que creías sólo era resultado de la nostalgia y tu nueva relación te hace creer otra vez en el amor. Te demuestra que lo que creías ideal no lo era: te hace observar tu pasado con perspectiva; probablemente sólo te han enseñado a valorar lo que tienes, pero esto no te importa porque lo que estás experimentando se siente mucho mejor.
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Las relaciones están conformadas por dos personas
En una relación que está destinada a fracasar, hay un gran desequilibrio en el afecto que se tienen. Das todo por esa persona: estás dispuesto a regalarle todo lo que posees y te entregas en cuerpo y alma; sin embargo, en muchos casos esta entrega no es recíproca y eres tú el que termina llevando toda la dinámica de la unión. Cuando encuentras a una persona especial lo ideal es dar todo en el amor siempre y cuando la otra persona también lo haga.
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Estar en una relación significa aceptar al otro
La comprensión es uno de elementos más importantes que crean una relación sana. Las personas siempre tienen defectos y cualidades, pero sólo las toleramos cuando en verdad amamos al otro. Un amor real hace tomar conciencia de que las uniones no son perfectas, siempre habrá cosas del otro que te molesten, pero ahora las entiendes en lugar de intentar cambiarlas.
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No puedes hacer que todo sea perfecto
Ella te aseguró que las cosas entre ustedes no estaban funcionando y lo mejor era que se separaran. Esta noticia acabó con tu felicidad e intentaste hacer todo para que regresara a tu lado, al final no pudiste entender porqué todos tus esfuerzos resultaron inútiles.
Sabes que has olvidado estos sentimientos cuando inicias una nueva relación y te das cuenta del mundo que te separaba de tu anterior pareja: su forma de pensar era contraria a la tuya, no estaba buscando una relación a largo plazo y la atracción se había perdido. Una conexión especial te hace ver que no todas las relaciones están destinadas a funcionar, aspecto que adoras porque de lo contrario no podrías estar experimentando este nuevo amor.
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Fue una oportunidad en la vida que te dio lecciones
El dolor al terminar una relación nubla tus sentidos y pensamientos, lo único que quieres hacer es escapar de la realidad y jamás volver a pensar en esa persona que se fue. Cuando encuentras un nuevo amor, comienzas a confiar y analizas tu pasado con una nueva perspectiva. Tomas conciencia de que a pesar del sufrimiento, aprendiste lo que significa amar a otra persona y que el hecho de que no fuera correspondido solamente te hizo más fuerte.
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El resentimiento es ridículo
Cuando estás enamorado, te encuentras en un estado que no te permite ver al mundo de una manera negativa, ella parece perfecta y todo el pasado simplemente deja de interesarte. Parece que han transcurrido siglos desde ese momento en el que querías venganza porque alguien te había roto el corazón y buscaste hacer todo lo posible para que la responsable sintiera el mismo dolor. Los nuevos sentimientos te hacen reflexionar y demuestran lo absurdo que era sentir este odio.
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La atracción no significa nada
La viste por primera vez y sentiste que esa ridícula idea de amor a primera vista era realidad. Cuando te enteraste de que el sentimiento era mutuo, pensaste que todo era un sueño, era imposible que una mujer tan hermosa te hubiera elegido. Al poco tiempo te diste cuenta de que no había entre ustedes una conexión, pero preferiste intentar establecer una unión donde no había nada.
Una vez que estás en la relación indicada, comprendes que la cuestión física tiene un lugar, pero está lejos de ser lo más importante. El amor se encuentra en la cantidad de horas que duren sus pláticas, en el número de risas que provoquen y en los elementos que tengan en común.
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Estar contento no es lo mismo que ser feliz
A pesar del estado de ánimo en el que te encuentres, diariamente puedes tener momentos que te hagan sonreír. Este aspecto es valioso en una relación, pero es mucho más importante ser feliz. Una unión amorosa nueva te hará darte cuenta de que antes te encontrabas en una zona de confort en la cual no podías disfrutar de tus sentimientos. Solamente es hasta que experimentamos el verdadero amor cuando sabemos lo que significa la felicidad.
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Lo que realmente buscas en una relación
El dolor puede bloquear la forma en que deliberamos sobre las cosas que fallaron en una relación. Lo único en lo que te puedes concentrar es en esos recuerdos alegres que ahora se han vuelto amargos. El tiempo ayuda a superar el sufrimiento, pero éste no siempre te obliga a repensar las cosas malas. Cuando tienes una relación con la persona indicada, repensar las cosas buenas y malas de en ella se convierte en un aprendizaje que servirá para el futuro: los elementos que deseas de una unión y las cosas que tienes que evitar.
Muchas veces no estamos seguros de si la persona con la que tenemos una relación es la correcta, en este caso podemos analizar si nuestra relación tiene alguna señal poco romántica que nos muestre que estamos ante un amor verdadero. Este tipo de relación no sólo llenará nuestra vida, también curará las heridas y nos hará crecer.
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