Hoy, el arte goza de una posición privilegiada en el imaginario colectivo; existen diferentes plataformas que apoyan, distribuyen, venden y fomentan la creatividad en cualquiera de sus expresiones. Sin embargo, todavía es común escuchar, de boca de algunos renegados, que la elección de un oficio artístico es la elección de un camino egoísta, o un destino solitario, o, en el peor de los casos, una sentencia de muerte por la falta de oportunidades en una sociedad en la que lo más importante es sobrevivir con la productividad, la inmediatez y la funcionalidad tangible.
A pesar de lo difícil que en ocasiones puede parecer dedicarse al arte, hay cientos de jóvenes que lo hacen parte de su vida y de ellos podemos aprender estas lecciones para mejorar nuestra vida, así quieras o no dedicarte al arte de manera profesional.
Disciplina
Generalmente pensamos en un artista y se nos viene a la mente un estilo de vida relajado, sin horarios y sin estrés; la realidad es que un verdadero artista es muy disciplinado y no espera a que le llegue la inspiración, sino que constantemente está practicando y trabajando hasta lograr su obra maestra.
Valentía
Un artista siempre es valiente pues no le teme a la crítica ni a los juicios tanto de su obra como de su persona. Un artista tiene la valentía de expresarse por el medio de su elección y de la temática que prefiera sin preocuparse por lo que puedan llegar a decir. Siempre hay que ser valientes para expresarnos, así habrá menos personas que se sientan incomprendidas o abandonadas y habrá más voces que escuchar.
Pasión
Un artista que se dedica a crear lo que verdaderamente le apasiona es una inspiración para todas las personas que no se han atrevido a arriesgarse y hacer lo que más les gusta sin importar las críticas no sólo de desconocidos y la sociedad en general sino incluso a veces de sus amigos y familia.
Autenticidad
Un gran artista es aquel que si bien se inspira de los demás, a la hora de crear busca su propia esencia, quiere expresar su propia voz y su forma única de comprender el mundo. Un ser autentico no permite comparaciones y además se siente cómodo con su propia identidad.
Seguridad
Para crear hay que sentirse y saberse capaz y eso es lo que tiene un artista. El artista no se queda pensando si podrá o no podrá, simplemente intenta un trazo, una oración o una melodía; sabiendo que no será fácil pero también sabiendo con seguridad que tiene todo para lograr lo que se proponga.
La forma de observar
Un artista es un gran observador. El arte es el reflejo de lo que vivimos y para poder crear una obra de arte primero hay que observar; observarnos a nosotros mismos y observar lo que nos rodea. Un buen observador siempre es un buen generador de reflexiones y de ideas.
La forma de interpretar
La vida está hecha de interpretaciones pero en esta era de exposición masiva de información a veces olvidamos interpretar la información y simplemente aceptamos lo que nos dicen y/o lo que nos hacen creer. Un artista siempre busca su propia interpretación de lo cotidiano, busca ver lo diferente en lo normal. Encontrar y explorar nuestras propias interpretaciones nos hace ser más críticos y más tolerantes a la diversidad de ideas.
Saber estar solo
Un artista no le tiene miedo a la soledad, pues sabe que en esos momentos podrá descubrirse a sí mismo y trabajar en algo que lo llene de satisfacción y sentido. Poder estar solo es una cualidad que te permite conocerte y crecer como persona en facetas mucho más diversas que simplemente la artística; no sentir la necesidad des estar siempre con alguien, quién sea, nos hace independientes y nos da control sobre nuestras emociones.
Perseverancia
Para llegar a ser reconocido por su trabajo, a veces un artista pasa por muchos fracasos y muchas dificultades pero si, a pesar de todo eso, sigue luchando por lo que le apasiona, es porque ha aprendido a ser perseverante. Si te apasiona algo pero te rindes por uno o muchos fracasos no podrás encontrar la recompensa de llegar a la meta, que al final compensa todo lo doloroso que puede resultar el camino.
Empatía
Un artista vive con los sentimientos a flor de piel y por lo mismo sabe distinguir un amplio espectro de emociones en los demás, lo cual lo convierte hace mucho más fácil empatizar y comprender otros puntos de vista. Los artistas hablan, escriben, pintan, componen y transmiten sentimientos; si las personas se acercaran más a sus sentimientos y dejaran la apatía atrás, habría muchas más noticias buenas que compartir.
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