Cefalea coital: el dolor de cabeza que sí afecta tus relaciones sexuales

Cefalea coital: el dolor de cabeza que sí afecta tus relaciones sexuales

Cefalea coital: el dolor de cabeza que sí afecta tus relaciones sexuales

  • Durante el juego previo comienza un dolor en las sienes y/o la frente.
  • Se hace más intenso cada minuto.
  • Durante el acto sexual el malestar es tal que no hay placer alguno.
  • De pequeñas punzadas pasa a un dolor general.
  • Desaparece en un lapso de 5 a 20 minutos.
  • Si estas señales te parecieron familiares, puede que padezcas de cefalea coital.

    Esto no significa que tengas fantasías con otras personas, tampoco es un pretexto para no intimar con tu pareja y mucho menos es un indicativo de infidelidad. Es un padecimiento serio que no puedes pasar por alto o, de lo contrario, existe la posibilidad de que se den serias consecuencias en el futuro.

    Imagina que estás en el juego previo con tu pareja y de pronto una molestia en la frente se hace presente y cuando crees que está a punto de desaparecer se vuelve —casi— intolerante, por lo que debes parar de inmediato o sientes que la cabeza podría estallarte. Este tipo de migraña es consecuencia de las presiones, el estrés, la depresión, la angustia o la tristeza, al menos en el 90 % de los casos.

    Desafortunadamente es un padecimiento que puede afectar a ambos sexos —pero se manifiesta más en los hombres— y es una forma de exigirle al cuerpo un descanso. A veces, la presión por mantener el orden de la vida misma como la solvencia económica, las labores del hogar y la presión propia de las relaciones sexuales son factores que influyen en que un simple malestar se convierta en una cefalea coital que, dicho sea de paso, tiene varios niveles.


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    Nivel 1: Preorgásmica

    El dolor aparece lento y se hace más intenso conforme llega el clímax. Una vez que sucede, se va —frecuentemente— con rapidez.


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    Nivel 2: Orgásmica

    El dolor aparece sin avisar durante el orgasmo y lo hace de manera intensa. Puede surgir unos segundos después y no desaparece rápidamente.

    Ambas predominan hasta 4 veces más en los hombres que en las mujeres y puedes percatarte de su existencia porque no aparece en ningún otro momento del día o con otras actividades. No obstante, es tratable, más no curable y para ello, un médico debe hacer los estudios correspondientes con el fin de descartar patologías extremas. Sin embargo, una vez que este diagnóstico se elimina, hay que analizar de donde viene el dolor y por lo general, la fuente es la vida poco saludable, tanto física como mentalmente.

    La solución es la relajación, una dieta saludable y un descanso del trabajo, así lograrás mantenerte en paz, en equilibrio y sin problemas posteriores. Si aún con ello siguen apareciendo los síntomas, es necesario que consultes a un terapeuta que te ayude a mejorar tu salud, calme tu ansiedad y te ayude a tener un mejor estilo de vida. Nadie merece vivir con problemas emocionales, con tristeza y con dificultades para relacionarse con otros. Cuídate, ayúdate y mejora tu vida sexual.

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