‘Soy tu fan’ fue una serie mexicana que llegó para dejarnos grandes lecciones de vida, principalmente en cuanto al amor, las cuales comprendimos con el pasar de los años.
Y aunque su último episodio se transmitió hace más de 10 años, el próximo estreno de su película, nos ha hecho pensar en muchas cosas, entre ellas, todo lo que vivió Charly y que hasta ahora entendemos.
Es curioso cómo comienza la serie: Con una Charly destruída tras la ruptura con el que fuera su novio, Julián, el verdadero ejemplo de ‘fuckboy’ con quien tuvo una larga relación de tres años y con quien incluso vivió en la misma casa.
“Dicen que te tardas la mitad del tiempo que anduviste con alguien en olvidarlo…”, fue una de las frases más recordadas de Charly y que con el tiempo fue resonando en las mentes de todos aquellos fanáticos de ‘Soy tu fan’, quienes comenzaron a experimentar en relaciones fallidas y denominadas tóxicas.
Nunca entendí tanto a Charly hasta que apareció un Julián en mi vida
Nunca me sentí tan identificada con Charly hasta que apareció un Julián en mi vida, ese chico alto, guapo y además músico que rompía corazones, incluyendo el mío, ese alguien a quien yo veía inalcanzable y me hacía sentir afortunada de tenerlo conmigo. ¿Pooor?
Recuerdo haber juzgado mil veces a Charly: “¿Por qué ‘se lo dió’ si estaba con Nico, el chico bueno?”, “¿Por qué le dio una segunda oportunidad a Julián si la dejó por Vanessa?”, y así, durante toda la primera temporada que he visto más de tres veces. Después yo me convertí en Charly.
Es fácil juzgar pero cuando te pasa, de verdad que te ciegas ante el ‘fuckboy’, crees que de verdad el es “el indicado” y estás dispuesta a hacer todo para que lo suyo funcione, quizá eso mismo era lo que le pasó a Charly.
A eso, hay que sumarle que el personaje interpretado por Ana Claudia Talancón estaba vulnerable pasando por una crisis de los casi 30 años, en medio de deudas económicas, una familia disfuncional y la temida tesis, uno de los escenarios más catastróficos, en lo que Julián nunca la apoyó.
Julián no era horrible, sin embargo, él conocía tanto a Charly que sabía cómo llegar, ablandarla y que ella volviera a caer a sus pies. Y eso es lo que pasa con la mayoría de patanes, te conocen tan bien que saben cómo lastimarte pero también cómo harte feliz, “te toman la medida”, te buscan cuando ya los estás superando.
Recuerdo muy bien ese último episodio de la última temporada, justo en la boda de Fer e Iñaki, cuando Charly da su discurso después de los desplantes de Julián en plena fiesta, cundo él no quiso bailar con ella.
Charly dio un discurso para Fer e Iñaki con indirecta a Julián: “Porque no es tan fácil encontrar un cómplice en la vida. Alguien que te cuide, que te respete, que no te juzgue. Alguien que se ría contigo”, y es que el amor no solo se basa en dormir con alguien, también en el respeto, la protección y en algo tan simple como hacerte reír.
“Alguien que aguante vara si estás triste o te pones loca. Alguien que te haga un clóset enorme para tus 150 pares de zapatos. Alguien que se aprenda las letras de tus rolas favoritas aunque sean de Timbiriche. Alguien que esté contigo en los momentos importantes. Alguien que te defienda aunque tú te puedas defender sola. Alguien que baile contigo, aunque no le guste bailar, nada más porque tú se lo pediste…”, y en esa última frase fue cuando entendí todo, no puedes estar con alguien con quien no seas tu misma, no podía estar con un temido Julián.
Mi Julián me hacía creer que yo era la que siempre estaba mal, se iba pero siempre regresaba con los mejores pretextos, estaba pero no estaba. Él se sentía grande en todo momento, mientras yo me sentía pequeña estando a su lado, ¿por qué permití todo? Por siempre creemos que Julián va a cambiar, y nos quedamos con los momentos felices aunque sean menos que todas las veces que nos hizo llorar.
Perdón si alguna vez juzgué a Charly por regresar con Julián después de que la destruyó y la dejó cuestionándose porqué no era suficiente en la peor crisis existencial de su vida, por “dárselo” cuando había encontrado a una persona que la amaba de verdad…. perdón Charly, nunca te entendí tanto hasta que a mí también me pasó.