En el centro de la Ciudad de México hay un mercado conocido por ser la fuente de un sinnúmero de delicias, locales y traídas de los más recónditos lugares, algunas aptas para paladares sensibles y otras que solo los más valientes se atreverían a probar. El Mercado de San Juan es un lugar conocido por su variedad culinaria y porque es ahí donde los mejores chefs se surten todos los días de los más raros manjares. Y, ¿Cuál es la comida más extraña que puedes encontrar en este lugar?
Además de encontrar deliciosos quesos y ricas ensaladas, en el Mercado de San Juan de Ernesto Pugibet puedes comer insectos y esa es una de las razones por las que locales y foráneos asisten, casi siempre motivados por la curiosidad. Si no tienes aracnofobia y te da curiosidad comer una tarántula (que debes preparar adecuadamente o podría llegar a ser hasta riesgoso para tu salud), aquí hay arácnidos para aventar pa’rriba. Alacranes o escorpiones (que también tienen su ciencia a la hora de comerse) y también gusanos, escamoles, chapulines, cucarachas entre muchos otros.
Si lo tuyo es comer insectos opacos o pelúcidos y sentir las púas de sus patas en la lengua, puedes comerlos tal cual (debidamente preparados, claro) o en brocheta. Pero también los puedes comprar para llevar e incluso en presentaciones de dulces mexicanos (dentro de una paleta de caramelo, por ejemplo, como el mosquito atrapado en ámbar de Jurassic Park).
También hay caracoles de tierra para preparar escargot, ranas, carne de cocodrilo y de venado, entre otros platillos que te horrorizarán (o te gustarán en una de esas). Otros alimentos extraños que puedes encontrar en el Mercado de San Juan incluyen la carne de animales exóticos, como el león, el armadillo o el jabalí. En muchos locales puedes probar estos excéntricos platillos acompañados de un mezcal o un pulque artesanal.