Armar una despensa básica, es uno de los tantos retos a los que se enfrentan las personas que han decidido iniciar una vida lejos de sus padres, pues aunque parece una tarea sencilla, hay que tomar algunas precauciones para evitar gastar de más o comprar cosas que nunca van a ser útiles en la casa. Por lo anterior te enlistamos algunos consejos para que puedas armar tu despensa de forma inteligente, y sin gastar de más.
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1.- Ajústate a tus ingresos. Lo primero que debes tomar en cuenta, es el dinero con el que dispones para comprar alimentos básicos para tu despensa, y evita pedir préstamos o créditos.
2.- Haz una lista. Observa qué es lo que ya tienes en tu alacena o en refrigerador, y a partir de ahí comienza con una lista de artículos básicos que vaya organizada por categorías: frutas, verduras y vegetales; artículos de limpieza; artículos de higiene personal; carnes y congelados; lácteos y cereales.
3.- Analiza precios. En muchas ocasiones es más fácil ir a surtir la despensa en los supermercados, pero existen algunos productos -como verduras y carnes-, que puedes comprar en los mercados locales, y que seguramente serán más baratos y frescos. Así que toma tu tiempo para buscar las mejores ofertas y hacer rendir tu dinero.
4.- Planea las comidas de la semana. Un truco que te ayudará a surtir tu despensa, es pensar con anticipación las comidas de la semana, así te será más fácil localizar los ingredientes que necesitas para cocinar lo que más que te gusta.
5.- No hagas compras al inicio o fin de mes. Suele ocurrir que por estos días la quincena acaba de llegar, o contamos con un poco de dinero que podríamos gastar de más ya que sentimos la confianza. Recuerda que debes establecer un monto antes de salir de compras.
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6.- Evita los lunes. Por lo regular estos días son los que menos afluencia de gente hay en los supermercados, pero algunos alimentos se quedan rezagados del fin de semana y puede que no te estés llevando a casa un producto fresco. Lo mejor es acudir a hacer las compras a media semana, y de preferencia por la mañana, cuando los productos recién son sacados de las bodegas.
7.- No vayas a comprar con hambre. La sensación de hambre, sólo te hará gastar dinero en más en botanas y frituras que sólo afectarán tu economía y figura. Sin embargo, cuando vas al súper después de comer, será más seguro que logres apegarte a la lista de compras.
8.- Productos a granel. Estos productos podrían convertirse en tus mejores amigos, ya que pueden ser hasta 50 por ciento más baratos de los productos de marca.
9.- Divide y congela los productos cárnicos. Una vez que tengas planeado cuáles van a ser las comidas de la semana, puedes ir descongelando poco a poco la carne, pollo, o pescado que hayas comprado. Así podrás comprar las cantidades necesarias y nada se echará a perder.
10.-Revisa al menos una vez por semana la alacena. Así tendrás la lista de compras bien actualizada y no te costará mucho trabajo saber qué es lo que falta en casa e ir al super sin tantos problemas.
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