Razones por la que deberías incluir una copa de vino en tu rutina de ejercicio

Razones por la que deberías incluir una copa de vino en tu rutina de ejercicio

Razones por la que deberías incluir una copa de vino en tu rutina de ejercicio

A lo largo de la historia de la humanidad el vino ha sido un gran acompañante del ser humano. Incluso fue la bebida predilecta pues se consideraba más seguro que el consumo del agua, ya que ésta era un foco de infecciones y enfermedades que en el transcurso de los años derivarían en pandemias gravísimas como la cólera.

Sin embargo, actualmente este tipo de preocupación no es la principal razón por la que consumimos vino. Ahora más bien nos enfocamos en otro tipo de propiedades que nos traen diversos beneficios en nuestras vidas, como la memoria o la formación de coágulos en la sangre… y en ese mismo sentido también se dice que una copa de vino puede representar una hora entera de ejercicio, y te decimos por qué:

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Mejora el ritmo cardiaco

Esto no es exclusivo del vino, muchas bebidas alcoholicas tienen ese efecto en el cuerpo humano —es por eso que las personas con problemas cardiacos generalmente no deberían consumir alcohol—, sin embargo, por años se ha hablado de cómo una copa de vino al día puede ayudar a prevenirte de alguna condición cardiaca. Ahora bien, si complementas tu rutina de ejercicios con una copa, verás que será más sencillo aumentar tu ritmo cardiaco y por lo tanto quemar más calorías.


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También el rendimiento muscular

Muchos de los avances de esta lista tienen que ver con el resveratrol, una sustancia presente en el vino, la cual es responsable de estos beneficios, mismos que incluyen una mejora en la fuerza muscular, por lo que puede contribuir a que rindas más en una sesión de ejercicio e incluso que dejes de sufrir algunas dolencias musculares como lo podrían ser los calambres. Esto se trata de un descubrimiento de la Universidad de Alberta, sin embargo aún quedan pendientes las pruebas con humanos —pues hasta ahora sólo se ha probado con ratones.


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Impide la formación de células de grasa

Según un estudio de la Universidad de Ulm, en Alemania, el resveratol también contribuye a que las células de grasa en nuestro cuerpo no se formen o no maduren, por lo que podría ser una gran opción para tratar problemas relacionados con la obesidad —además de la obesidad misma—.


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Libera endorfinas

Así como el ejercicio, el vino también ayuda a la liberación de esta sustancia que hace que nos sintamos bien y relajados. Además de esa sensación de bienestar, notarás que las endorfinas te ayudarán a mantenerte motivado y a que tu cerebro lo asocie la actividad física, por lo que podría serte mucho más sencillo no saltarte ningún día de ejercicio.

A pesar de estas grandes propiedades, no podemos dejar de recomendarte que antes de intentar incorporar el vino a tu rutina, primero consultes a tu médico y a tu entrenador. El vino puede ser beneficioso con moderación, puede resultar dañino cuando tienes problemas cardiovasculares o de dependencia al alcohol.

Asimismo no podemos dejar de remarcar que buena parte de los estudios que hablan de estos beneficios aún no se han comprobado en humanos, por lo que puede que la teoría no sea de todo exacta. Sin embargo, lo que sí es cierto es que el vino con combinación con una adecuada y constante rutina de ejercicio, así como una dieta, puede mejorar tus resultados y ayudarte a deshacerte de esos kilos de más con rapidez.

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