Estás en una fiesta con tus amigos; te ríes, platicas, bailas, bromeas, hasta que –de repente– lo ves llegar. Sí, a él. Tu cuerpo se pone tenso, la sangre te hierve y provoca que tus mejillas se pongan rojas; parece que en tu panza hay una revolución de mariposas protestantes y tu pierna derecha empieza a temblar sin control. Tus manos sudan y sientes que en cualquier momento puedes vomitar; quieres aparentar que estás bien y, sobre todo, que él no se dé cuenta… hasta que se acerca a saludarte.
Mantén la calma. Es normal y no tienes nada de qué avergonzarte. Te gusta, no hay duda, y por ello es completamente natural que tu cuerpo y tú se alteren, es un sentimiento real al que no puedes ponerle un alto. ¿Cómo pretendes evitarlo si eres un ser humano? Sin embargo, si quieres tener un cierto dominio con lo que los nervios pueden provocarte, acá te dejamos algunas formas con las que puedes controlarlos y no morir en el intento… menos frente a tu crush.
1. Recuerda que no está mal que te pongas nervioso
¿Quién ha dicho que los nervios son malos? Recuerda que eres humano y que si tienes ese cosquilleo en la panza y tus mejillas se ponen de color rojo, simplemente es porque estás sintiendo y es normal. No te presiones, tomando esto en cuenta, te sentirás mucho mejor.
2. Piensa en algo que te relaje
Sí, en esos momentos seguro es imposible, pero debe haber algo que te haga sentir mucho mejor. Puede ser el lugar en el que estás, el ambiente, la música, las personas que te acompañan, cualquier cosa. Sólo mantén tu mente en calma.
3. Sé tú
Seguramente quieres que, mientras esa persona está cerca de ti, todo parezca perfecto. Que tú te veas perfecto. Pero mientras más fuerzas el momento, es cuando peor sale. Sólo sé tú. No pierdas tu esencia, ni tu toque. Es cierto que los nervios pueden lograr que digas o actúes de otra forma, por eso es importante que no pierdas tu personalidad.
4. Intenta mantener despejada tu mente de cosas que te puedan hacer sentir más nervioso
No te bloquees. Tampoco concentres tus pensamientos en detalles que pueden hacer que te sientas peor; por ejemplo, si tu labial está desalineado, o si tu blusa se ve bien, o si tus dientes no integraron a un intruso en sus separaciones, etcétera. Intenta alejar todo lo negativo y relájate.
5. No todo puede salir perfecto
No seas perfeccionista, no todo puede salir como quisieras. Mientras más intentes que todo luzca excelente, hay más probabilidades de que suceda lo contrario. Así que mejor mantén la calma y deja que las cosas fluyan con naturaleza; todo saldrá mucho mejor.
6. Respira
Sí, la vieja confiable. Pero es verdad, inhalar y exhalar puede ayudarte mucho en estos momentos de crisis. Date unos minutos para cerrar tus ojos, controlar tu respiración, relajar tu cuerpo y te sentirás un poco mejor.
7. No hagas esfuerzos para que tus nervios desaparezcan
Déjalos habitar, siéntelos y date la oportunidad de conocerte cuando estás nervioso. No reprimas el sentimiento porque, al final, es parte de ti. No intentes que desaparezca y, cuando menos te lo esperes, te darás cuenta de que ya tienes control sobre tus nervios.
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