Dejar ir a la persona que amas requiere de mucha fuerza, valor y coraje; no es nada fácil y, para ser sinceros, lo que menos quieres es dejar de luchar por ese amor, el amor que una vez existió. Quieres dar un último empujón, un último esfuerzo, un último respiro, un último latido, quizá esta vez todo mejore, quizá esta vez sí funcione, quizá esta vez sí vuelvan a ser las personas que eran tiempo atrás. Ya no te atormentes, ya inviertas tu energía en algo que ya se ha ido desde hace mucho. Con todo el dolor de tu corazón, es hora de que dejes de luchar.
No quieres, lo sabemos, pero, ¿no crees que es lo mejor? Esto sólo te lastima a ti y a tu corazón. Ya es hora de que empieces a ver por tu bienestar, por tu salud y que te recuperes. No te aferres, mereces a alguien que haga la misma lucha que tú estás haciendo, mereces una relación que sea recíproca, una en donde ambos sean un equipo, se complementen y se amen. Vamos es hora de que dejes de luchar por ese amor que ya murió. Es hora de que dejes de luchar… aunque no quieras.
1. Piensa en ti
Antes de pensar en esa persona que amas, piensa en ti, es verdad que cuando estás enamorado esto es complicado, pero es más importante tu bienestar. Anda, hazlo por ti. Mira cómo esta situación te está lastimando, mira cómo lloras todas las noches y anhelas que todo mejore; mira cómo das todo lo que tienes y hasta más y te quedas sin energía, sin fuerza, y sin nada a cambio. Piensa en ti antes de volver a luchar, piensa en, más bien, luchar por ti.
2. Borra la sombra
Sí, esto no es posible que pase de la noche a la mañana, menos si aún no quieres dejar ir tu relación, pero es sumamente necesario para que tú estés bien. No permitas que el fantasma de tu pasado te atormente en tu presente y, por consecuente, en tu futuro. Deja ir a esa sombra que te persigue, deja que se borre; no permitas que vaya contigo.
3. Aprende a no aferrarte y a soltar
¿Esto cómo se aprende? Sí, es la pregunta que seguro te estás haciendo, y la respuesta tampoco es fácil. Necesitas mucha fuerza para no seguir aferrándote a alguien a quien amas y después dejarlo ir; lo harás en el momento en el que empieces a preocuparte por ti, por cómo te sientes y cómo te está afectando todo esto. Cómo te contamina y cómo te consume, cómo absorbe todo lo que hay en ti. Ya es hora.
4. Suelta los recuerdos
No te aferres a guardar los recuerdos emocionales, no te apegues a ellos y mucho menos los hagas una razón para permanecer en un lugar en el que ya no vale la pena estar. Déjalos ir y conserva lo aprendido. No te quedes sólo por los buenos momentos que pasaron, o por el tiempo juntos, porque a pesar de ello, esta relación te está lastimando simplemente porque ya no funciona.
5. Pregúntate qué es lo que quieres
Recuperar tu relación no es una opción. Anda, a ver, pon tus sentimientos sobre la mesa y basándote en ellos, piensa qué es lo que quieres y lo que necesitas. Pregúntate si quieres estar bien, qué estás dispuesto a hacer para mejorar; pregúntate qué es lo que sientes realmente, qué quieres hacer para ya dejar de sentirlo.
6. Pon tus deseos como prioridad
Después de preguntarte qué es lo que quieres, todas las respuestas ponlas como prioridad, ponte a ti como prioridad. Lo que importa ahora es que tú estés bien, y no lo estarás si no te interesas en tu recuperación.
7. Recuerda las razones por las que es mejor que te vayas
No se trata de que odies a la otra persona o de que le mantengas algún tipo de coraje, sino de que recuerdes por qué ya no debes luchar por algo que ya no tiene salvación. Algo que murió desde hace mucho tiempo y no puede revivir. Es doloroso, pero es una forma para que te des cuenta de que debes salir de ahí; que de verdad esto te ha provocado tanto dolor que es hora de partir.
VER MÁS:
Razones por las que una persona enamorada deja a su pareja.
Para la persona que casi se convierte en mi todo pero no tuvo la fuerza para quedarse.