Texto escrito por: Keisuke Matsumoto
La filosofía japonesa de la limpieza no sólo se enfoca en la limpieza externa, sino en vivir de manera menos compleja; esto involucra también aprender cómo comer como los japoneses, comienza a hacerlo en este extracto del libro Manual de limpieza de un monje budista.
He oído decir que hoy la gente va tan ajetreada que apenas disponen de tiempo para comer, y que muchos engullen la comida sin dar importancia a lo que comen. Sin duda es una verdadera lástima.
Huelga decir que los humanos no podríamos subsistir sin comer. Somos lo que comemos, y si descuidamos la comida también estaremos descuidando nuestro cuerpo, y nuestro espíritu. Los alimentos que ingerimos son la base del ser humano y por lo tanto debemos prestar más atención a lo que comemos.
Los conocedores de la ceremonia del té sabrán que el té se introdujo a Japón junto al budismo zen como una medicina. La influencia de la filosofía budista hizo posible que el mero hecho de servir una taza de té acabara convirtiéndose en un camino de perfeccionamiento. Del mismo modo, en nuestro mundo, damos una gran importancia a los modales durante la comida.
Cuando era un novicio y vivía en el templo de Honganji en Kioto, antes y después de cada comida juntábamos las manos y recitábamos unas palabras de agradecimiento. Durante la comida debíamos permanecer en silencio en señal de gratitud.
A la hora de comer, hay que masticar lentamente cada bocado y saborearlo debidamente. En la comida no hay que excederse: uno debe parar de comer antes de sentir que su estómago está lleno. En otras palabras, si uno come pausadamente, masticando bien y saboreando la comida, acabará saciándose con una cantidad adecuada; así evitaremos atiborrarnos.
No se puede separar el cuerpo de la mente, pues juntos forman una unidad. Durante la comida no hay que olvidar los modales y el sentimiento de gratitud. Cuando aprendamos a manejarlo todo con armonía, conseguiremos purificar nuestro espíritu.
Modales durante la comida
Los invito a que prueben en sus casas el expresar gratitud hacia la comida tal y como hacemos en la Verdadera Escuela de la Tierra Pura.
Antes de la comida (con las palmas de las manos unidas): Estoy inmensamente agradecido a todos los seres vivos que han hecho posible esta comida que acepto con gratitud.
Después de comer (con las palmas de las manos unidas): Tras recibir estos deliciosos alimentos, mi gratitud es aún más profunda. Gracias por estos alimentos.
En Manual de limpieza de un monje budista, las tareas domésticas son una práctica cotidiana para encontrar la armonía y la serenidad. Si ya te cansaste de sentir que te llenas hasta reventar pero no disfrutas la comida, aprende con este libro cómo comen los japoneses y empieza a agradecer todos los alimentos que le dan energía a tu cuerpo.
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