Cuando hablamos de autoestima nos referimos al concepto que tenemos sobre nosotros mismos, cuánto nos queremos, cuánto nos aceptamos, cómo nos valoramos o cuánto confiamos en nosotros. En esta ocasión, te contamos cómo puedes mejorar tu autoestima.
La autoestima se va formando desde que somos muy pequeños a través de muchos factores. Una baja autoestima puede ser producto de una infancia difícil en la que fueron demasiado críticos con nosotros y no nos aceptaron tal y como éramos, nos trataron con poco cariño, haber sufrido alguna situación de malos tratos. También puede causarla haber vivido fracasos o no haber cumplido con nuestras propias metas o las que los demás habían proyectado en nosotros sin olvidar también las relaciones sentimentales que no han acabado bien.
Es importante que sepamos que, aunque muchas veces la causa de tener una baja autoestima es consecuencia de las experiencias de vida y del trato recibido por los demás, los únicos responsables de mejorarla y aumentarla somos nosotros mismos así que, ¡manos a la obra! A continuación te mostramos algunas acciones sencillas que pueden ayudarte:
Háblate bien
La forma en la que te comunicas contigo mismo es clave para subir tu autoestima. Valórate, practica el lenguaje positivo, trátate bien. Es difícil tener una autoestima saludable mientras te fijas en todos tus defectos o lo que consideras como fracasos.
Piensa en cómo le hablarías a alguien importante para ti y que no se valora mucho, le animarías, resaltarías las cosas que hace bien, le tratarías con cariño verdad? De la misma manera debemos hacerlo con nosotros mismos para mantener una autoestima y estado de ánimo sanos.
No te compares
Otro gran problema es que tendemos a compararnos con los demás y casi siempre salimos perdiendo. Fíjate en las veces que te descubres ensalzando los logros y virtudes de los demás e infravalorando los tuyos. La mayoría de las veces somos muy injustos con nosotros mismos y lo peor de todo es que no nos damos cuenta, lo hacemos por defecto así que préstate atención y vigila estas conversaciones internas ya que son muy dañinas y merman seriamente nuestra autoestima.
Ponte en forma
Es importante aceptarnos tal y como somos y sobre todo aprender a convivir con aquello que no podemos cambiar pero igual de importante es hacernos responsables de sentirnos bien y una buena manera es ejercitando el cuerpo.
Está demostrado que hacer deporte además de mejorar la forma física y tonificar el cuerpo, también nos ayuda psicológicamente haciendo que aumente y mejore nuestra autoimagen.
Al ejercitarnos se liberan en el cerebro determinadas sustancias responsables de reducir los efectos nocivos del estrés y mejorar nuestro estado de ánimo y autoestima. Estas son algunas:
Endorfinas: son también conocidas como ‘hormonas de la felicidad’ y se liberan al hacer ejercicio de manera regular. Actúan ayudándonos a sentir mayor bienestar emocional, reduciendo también el dolor en momentos de bajo estado de ánimo.
Serotonina: esta sustancia nos ayuda especialmente a conseguir estados internos de relajación y de calma, consiguiendo también que disfrutemos de un sueño reparador.
Dopamina: gracias a ella vamos ‘enganchándonos’ a nuestras actividades deportivas favoritas y consiguiendo que las convirtamos en hábitos. La dopamina es la responsable del placer que sentimos mientras hacemos ejercicio y ayuda a que volvamos a repetir.
No es sólo una manera de mejorar nuestro cuerpo y autoestima sino que también, nos ayuda a tener más tolerancia a la frustración, a ser más fuertes y a estar más relajados. Merece la pena, verdad? No dejes pasar más tiempo y explora las diferentes actividades que te gustan y te motivan, si no encuentras ninguna, salir a pasear a un buen ritmo por la naturaleza es una buena forma de empezar a reparar la relación que tienes contigo mismo.
Pasa más tiempo con tus amigos y ríete
Una baja autoestima puede acorralarte y hacer que te alejes de las personas o las situaciones que más te benefician. Intenta pasar por alto todos esos mensajes negativos que te dices y pasa más tiempo con la gente que te quiere. Ellos te enseñarán el camino que te lleva a valorarte y aceptarte tal y como eres.
Haz actividades divertidas, juega, comparte y recuerda anécdotas graciosas con tus amigos, pronto te darás cuenta de que eso es lo realmente importante y además te ayudará a quitar el foco durante un buen tiempo de los pensamientos negativos.
Agradece
Da las gracias por todo lo bueno que hay en ti, acostúmbrate a reconocer tu valía personal, tu singularidad y los logros que has conseguido hasta el momento, escríbelos y agradece por ellos. Si puede ser, todos los días hasta que te sientas mejor. Y después, sigue haciéndolo también.
No seas tan autoexigente y perfeccionista
Deja de mirarte con lupa y no seas tan crítico contigo, muchas veces nos atascamos tratando de ser perfectos y perdemos algo muy valioso: tiempo y energía.
La gente no te quiere por ser perfecto si no por ser tu mismo, está bien querer aprender y mejorar con cada experiencia pero no te enganches con el excesivo perfeccionismo porque para tu parte más crítica nunca será suficiente.
No hagas las cosas perfectas, haz las cosas bien. Esa es la clave.
Mírate al espejo
Ponte delante de un espejo y mírate a los ojos, eres tú, has caminado mucho para llegar hasta aquí. Dedícate palabras bonitas, mirándote a los ojos. Perdónate por lo que no ha salido como esperabas, por lo que no te gusta y aprecia y menciona en voz alta lo que sí te gusta, lo que es natural en ti. Después continúa. Si es posible, sonriendo.
Practica la relajación
Buscar momentos para encontrarte en silencio, en paz, también son clave para aumentar tu autoestima. Puedes hacerlo de muchas maneras y son muy sencillas. No te agobies con intentar dejar la mente en blanco, es prácticamente imposible. Simplemente haz cosas que ayuden a ir reduciendo la hiperactividad mental, camina o practica deporte al aire libre y si es posible en un entorno rodeado de naturaleza, realiza ejercicios de respiración durante unos minutos, repite una frase que te inspire confianza o afirmación positiva durante un rato, por ejemplo: estoy bien así como soy. Dibuja, haz manualidades, cuida tus plantas o busca alguna forma de pasar un rato agradable contigo, lee o escucha algún vídeo que te ayude a meditar. Este tipo de prácticas también te ayudarán a conocerte mejor y sobre todo a aceptarte e impulsar tu crecimiento personal.
Ana Mª Egido, Psicóloga
Podría interesarte:
La píldora que necesitas para no dormirte en la oficina nunca más
7 lugares en México donde puedes hacer un retiro espiritual