La sensación de no sentirnos queridos es algo desmotivador y poco entusiasta en nuestra vida, aunque se piense lo contrario, en los hombres también tienen estos efectos cuando se sienten rechazados sentimentalmente. La sensación de no sentir amor puede surgir desde la niñez y que en la mayor parte de ésta no hayan sentido el suficiente cariño de sus padres o de sus seres más cercanos; provocando que toda su vida se queden esclavizados con el temor o inseguridad de no sentirse aceptados por nadie.
La falta de confianza en ellos mismos provocada a edad temprana puede generar varios efectos negativos en él, en su comportamiento personal y ante otras personas. Pueden estar toda su vida llenos de inseguridades y miedos buscando que el amor de alguien más los salve, pero irónicamente lo único que atrae amor es la seguridad en sí mismos. El problema no es que sientan la falta de amor, el problema radica en la aprensión a la desgracia cuando en realidad ésta debe jugar un papel muy pequeño en nuestra vida.
Quieren ganarse el afecto
Los hombres que no se sienten amados pueden hacer esfuerzos desesperados para ganarse el afecto de alguien más y sentirse aceptados por medio de actos de bondad, aunque en realidad, es probable que no tengan ningún resultado positivo, ya que el motivo de su bondad es percibido rápidamente por las personas que intenta ganarse. La naturaleza humana está constituida por dar afecto a aquellas personas que parecen menos exigentes.
Busca venganza
El hombre que se siente poco querido desea buscar venganza por sus desgracias y ocasionar conflictos para desquitar la falta de amor que siente. También puede dañar a otras personas que no están involucradas o a las personas que contribuyeron a que se sintiera escaso de amor.
Considerarse a sí mismo como una persona terrible
Debido a la falta de atención y de cariño, su autoestima se coloca hasta el suelo y se cuestionan qué es tan terrible en ellos que nadie los puede querer. La falta de confianza en sí mismos es lo que ha provocado que se sientan personas terribles y sin virtudes, por ello, sólo son capaces de ver todos sus defectos y de no reconocer ni una característica buena que poseen.
Desesperación
La desesperación en un hombre que no se siente amado puede provocar que vea la vida de los demás como algo egocéntrico e inalcanzable; y la ausencia de afecto provoca que la propia inseguridad instintivamente domine su vida en absoluto. Siente que su vida no tiene rumbo e incluso puede tener ideas con falta de amor hacia la vida.
Tienen envidia y malicia
Ven a personas felices y plenas, llenas de amor y atención por los demás, y piensan que cualquier vida es mejor que la ellos; los envidian y buscan hacerles daño o interferir en su felicidad. Llenan su cabeza de pensamientos negativos que no aportan a su salud mental y mucho menos a su bienestar.
No se sienten felices
La falta de felicidad se vuelve su compañera, no le encuentran el lado bueno a las cosas o a las situaciones. La soledad los ciega de todo lo bueno que hay el mudo y se vuelven incapaces de no querer otra cosas más que ser queridos y sentirse amados. La vida está rodeada de cosas buenas y malas que llegan a tu vida de forma aleatoria.
Inseguridad
La seguridad puede salvarte de muchos desastres, es por eso que en una persona insegura va a provocar que se estanque en la tristeza y depresión. Es normal que hagan a la inseguridad parte de ellos y de su personalidad, la adoptan y se aferran a ella hasta llegar al punto de no querer salir de donde los llevó y crean una zona de confort que no quieren soltar.
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