Una ruptura amorosa puede ser una de las pruebas más difíciles de superar. El terminar una relación puede ser muy diferente para todos, pero al final siempre será lo mismo: duelen, aunque algunas son más dolorosas que otras, más largas o cortas, pero la realidad es que todas suelen lastimarnos hasta en el rincón mas chiquito del corazón, ese que no sabíamos existía.
Te despediste de esa persona, conversaron por última vez, ya se dieron el último abrazo, el último beso y hasta la última noche, entonces ahora, ¿qué sigue? Este pequeño manual de cinco consejos para superar tu última relación te puede ayudar a dejar ir a aquel que creías estaría contigo por un buen tiempo, la misma que creías nunca te dejaría con estos sentimientos encontrados e ilusiones rotas. Pero ya es momento de avanzar, así que toma nota:
1. Crea nuevos hábitos
Al tener una ruptura todo parece ser muy complicado de llevar, quisieras no levantarte de tu cama, quedarte en esa guarida por siempre y reportarte enfermo en el trabajo y en la vida, pero tranquilo, siempre puedes recordar que las cosas pasan por algo, que no podemos forzar nada, que en unos días, semanas o meses vas a volver a sonreír, vas a volver a querer arreglarte y vas a querer salir a saludar al mundo. Tómate tu tiempo, las relaciones, como todo lo que hacemos en nuestra cotidianidad, no son más que un hábito. Estamos “acostumbrados” a esa persona y un hábito, bueno o malo, es complicado de abandonar bruscamente. Recuerda vivir un día a la vez, interésate por nuevos hobbies, inscríbete en clases de yoga, ve al cine solo, clases de natación, un curso de maquillaje, algo que te proporcione esa adrenalina que te causaba estar enamorado y con esa persona. Reemplaza un hábito por otro y verás que muy pronto estarás fuera de ese circulo vicioso que te sumerge en pensamientos tristes.
Un detalle tan mínimo como cambiar la ruta hacia el trabajo, pasear a tu perro por diferentes lugares o ir a comer a un restaurante distinto puede hacer un gran diferencia, así estarás “engañando” a tu cerebro a ver otros panoramas y no recordarás las vivencias que tuviste con esa persona o cómo te sentías cuando aún estaba presente.
2. No te culpes
Es muy probable que en tu mente surjan dudas, que una pequeña línea te separe de la seguridad e inseguridad y que se quiebre en pedazos tu autoestima, pero recuerda que, no tenemos control sobre ninguna situación, la persona que decidió irse fue porque ella no estaba satisfecha, porque a ella no le convenía esa unión, porque quizá tienen visiones diferentes. La culpa no es totalmente tuya y no hay nada de malo en ti, nada que cambiar ni nada que agregar. La persona que se quede a tu lado a pesar de las discusiones, desacuerdos y gustos distintos, es porque está viendo dentro de ti y está decidiendo lidiar con tu claridad y oscuridad, está cediendo a lo que no le gusta y aprovechando al máximo lo que ama de ti. Date más crédito, todos tenemos a alguien que se muere por estar con nosotros, solamente hay que coincidir.
3. Consiéntete, recupérate y nútrete
Después de haber vivido una etapa en la que compartimos tantos sentimientos, tantas energías buenas y malas, y en donde depositamos tanto tiempo, es normal que una parte de nosotros se sienta desgastada e incompleta. Por eso es muy importante que regreses a concentrarte únicamente en ti, en lo que te gusta y en lo que te hace feliz. No está de más hacer algo para que tu cuerpo y tu mente se sientan amadas y valoradas. Compra un paquete de masajes relajantes, haz un viaje corto, un deporte nuevo, come sano en algún lugarcito rico, lo que sea que te llene más. Leer un buen libro, algún manual de autoayuda, no es tan vergonzoso pues la lectura es un arma poderosa que tiene resultados increíbles en nuestra salud mental. Hazlo, te lo mereces.
4. Omite el contacto con todo lo que te recuerde a tu ex (incluye redes sociales)
Lo ideal sería que después de haber terminado, no hablaran por un tiempo, el que creas que sea necesario para curarte. Nada de mensajes, llamadas o mails, incluso no ver para nada sus redes sociales, pues eso puede hacer más largo el proceso o estancarlo. Aunque sabemos que es muy difícil tener la voluntad necesaria para hacer eso, así que empieza poco a poco, y si en algún momento te encuentras en la contradicción de escribirle, recuerda que somos humanos y tenemos debilidades. Empieza por guardar todas las cosas que te recuerdan a esa persona en una caja, y después en algún tiempo, cuando te sientas listo y si así lo quieres, puedes regalarlas, donarlas o simplemente tirarlas. No hay nada de catastrófico en eso. Trata de no ir a los lugares que frecuentaban juntos o que tienen un significado especial, además no escuches canciones que te recuerden a esa persona. Este ejercicio es parecido a un proceso de desintoxicación, pero ten en cuenta que es ideal que lo hagas a tu ritmo, para que sea una transición amable, sutil y menos traumática.
El cerebro no entiende la palabra NO, así que en el momento en que te prohibas hacer algo te encontrarás pensando en eso con más intensidad. No te tortures dándote órdenes como: NO veas a esa persona, NO le escribas, NO pienses en esa persona, ya que le estarás enviando el mensaje contrario a tu cerebro. Haz todo de una manera consciente y enfócate en objetivos positivos. Una buena práctica sería hacer un calendario con tareas que te desconecten un poco de esa realidad que estás viviendo y cuando cumplas la meta deseada, prémiate con algo que te haga feliz, por más pequeño que sea: una playera, un helado, un videojuego. Te aseguramos que cuando menos te des cuenta estarás un poco más repuesta y tu mente se encontrará en un estado mucho más tranquilo.
5. Acepta el dolor como llega, no trates de cambiarlo
Seguramente, aunque tomes en cuenta y sigas muy estrictamente todos los consejos anteriores, habrá destellos de profunda tristeza, de lágrimas incontrolables o de no poder conciliar el sueño al estar pensando en tu ex; por descifrar lo que se dijeron, las discusiones, por tratar de entender qué fue lo que salió mal y repasar todo una y otra vez. Vive el dolor, llora, quédate en tu casa un fin de semana entero, drena toda la amargura y los sentimientos que surgen en este proceso tan significativo, no está mal, al contrario, tu cuerpo necesita expresarse, así que tienes que dejar salir todo de manera natural. Sin embargo, haz lo posible de no estancarte. Muchas veces la tristeza puede jugarnos un mal truco y habitar en nosotros por un largo tiempo, por lo mismo, es importante detectar cuando ha sido suficiente, tienes que levantarte, bañarte, arreglarte lo mejor que puedas y salir a enfrentar la vida como viene.
Una buena forma de hacer una catarsis a eso que estás viviendo es escribir, escribirle a esa persona, escribirte a ti, sacar el enojo, la ira, el amor, el anhelo. Escribe algo y vuelve a leerlo en varios días, verás que la vida cambia cada segundo y los sentimientos también, puedes aprender mucho de ti, mucho de esa persona y mucho de la situación que estás atravesando haciendo este ejercicio.
Esperemos que estos consejos para superar tu última relación te hayan servido aunque sea un poco, al final de cuentas, es muy cierto que todos tenemos distintos tiempos para el duelo, para la aceptación y todos los procesos que viviremos después de una ruptura. Lo más importante es entender que las cosas verdaderamente pasan por algo, aunque suene trillado, y saber que, cuando nuestra energía ya no está brillando al lado de alguien, es necesario hacer a esa persona a un lado o hacerse a un lado, ser responsables, reales, honestos y retirarnos a tiempo. Un cambio nunca será para hacernos sentir peor, será siempre para crecer, y aunque sabemos que duele muchísimo y superarlo se ve lejano, la realidad es que en un tiempo, corto o mediano, estarás como nuevo y habrás aprendido lo que quieres y lo que no quieres en tu vida y podrás ver a esa persona como un instrumento de enseñanza y de amor.
“Soy mucho más que sólo palabras, sonrío mucho; no soy de aquí ni de allá. Le escribo al amor”, así se describe Laura Ontiveros Plaza, si te gustó su último texto en Cultura Colectiva, conoce más de su trabajo aquí.
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