Texto escrito por Mariana Prieto Páez
No importa a qué edad decidas aprender a bailar, nunca es tarde para intentar hacer lo que te propones y sueñas; por eso, no lo dejes sólo en tus pensamientos y arriésgate, ninguna persona nació con los conocimientos para realizar ciertas cosas, sino que las aprendió y no lo hizo bien de la noche a la mañana.
En este caso, si quieres comenzar a bailar no te frustres, ni te estreses, respira hondo y trata de hacerlo cada vez mejor, el tiempo será tu mejor maestro. Además, la danza te aporta excelentes beneficios para tu bienestar tanto físico como mental, por ello, te compartimos algunos consejos que pueden motivarte para practicar el bailar.
1. Beneficios que trae a tu cuerpo
Según un estudio publicado en The New England Journal of Medicine, el baile tiene beneficios al cuerpo y a la mente, al ser un ejercicio cardiovascular fortalece el corazón y mejora la respiración, contribuye a la pérdida de peso o para mantenerlo, tonifica los músculos y desarrolla la flexibilidad de las articulaciones reduciendo el dolor de las mismas, ayuda a tener una mejor postura a través de los movimientos que se realizan, aumenta los niveles de energía debido a la liberación de endorfinas, lo que aporta a levantar el ánimo y reducir el estrés, ya que permite conocerse más y tenga confianza y disciplina en sí; por último, podemos socializar con otras personas diferentes de nuestro círculo social para lograr crear nuevos amigos.
2. Explora ritmos
Si quieres comenzar a bailar, primero debes saber qué quieres bailar, cuáles sonidos, melodías y ritmos hacen que tu cuerpo comience a vibrar; gracias a la diversidad y mezcla cultural que hoy existe, pueden explorar distintos y van desde ritmos clásicos como folclore, ballet, bailes de salón, hasta ritmos contemporáneo, break dance, salsa, bachata, champeta, zumba, entre otros. Para ello, date la oportunidad de escuchar la gran variedad de música que hay y trata de sentirla, para así descubrir cuál es la que te hace mover apenas empieza a sonar y te despierta emociones que no puedes descifrar.
3. Organízate para tener un tiempo
El mundo actual nos lleva a tener horarios de trabajo más extenuantes y largos, además de otras actividades como el hogar, la familia, los estudios y el tiempo libre; por estas razones, es importante planificar cuánto tienes disponible para emprender nuevas actividades, recuerda que el baile es una actividad física y según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es necesario que las personas entre los 18 y 64 años realicen ejercicio mínimo 150 minutos a la semana, con una hora al día y tres veces a la semana bastaría, aunque esto dependería de tu tiempo y tu gusto.
4. Decide si tienes la autonomía para hacerlo por tu cuenta o busca un sitio donde practicar
Otro pro o contra del mundo moderno es la posibilidad de acceder a material audiovisual que está disponible de inmediato, ya sea que entres a un plataforma web como YouTube o elijas cursos para reproducir en DVD como “Zumba”, tienes que preguntarte: ¿cuán capaz eres de hacerlo un hábito? Para que puedas cumplir con tu objetivo, el tiempo que invertirás de forma autónoma debe estar dirigido a esta actividad; intenta hacerlo por 21 días, según el científico William James sólo necesitas de este número para poder generar un hábito, aunque también es importante mencionar: “si el nuevo hábito está ligado a un valor importante para ti, no te costará realizarlo” (Mery Viñas, psicóloga y coach).
5. Busca el lugar que se ajuste a ti y a tus necesidades
Si tu respuesta al punto anterior fue que necesitas de alguien para que te acompañe o te guíe, busca un sitio que se acomode a tus necesidades y gustos, hay muchas academias o espacios que ofrecen diversos cursos, estrategias y, por supuesto, ritmos específicos, busca en Internet o mira al tu alrededor en los lugares que frecuentas, ya que a veces pasamos por alto detalles que se encuentran allí.
Una vez que hayas buscado lugares, pregunta, atrévete a investigar, nada pierdes con probar antes de tomar una decisión; muchas academias dan un día de cortesía para poder ver si nos gusta la forma en que enseñan, si se ajusta a nuestros horarios o si el ambiente nos parece adecuado; no hay nada mejor que realizar una actividad que nos guste en un lugar donde estemos cómodos.
6. Comienza de a poco
Está bien estar entusiasmado, pero recuerda que si no eres una persona que realice actividad física constantemente, tal vez te pueda costar un poco al inicio agarrar el ritmo, es un proceso de acoplamiento y no todos tenemos el mismo estado físico o aprendemos de igual forma.
7. Sé constante
Una vez que ya tienes el ritmo y mejoras poco a poco, mantente, no hay nada mejor que alcanzar tus objetivos, pues es cuando comenzamos a ver los frutos de nuestros esfuerzos no sólo los físicos o de mantenernos en movimiento, sino de la energía y las ganas que tenemos para superarnos cada día.
8. No te rindas
Por último, no importa si no puedes hacer un paso o una coreografía la primera vez que te lo enseñan, intenta de nuevo; la habilidad y la capacidad para realizar el paso y la coreografía irá fluyendo, cada vez serás más ágil y más fuerte; la actitud es lo que importa, la decisión y la motivación es tuya, así que no permitas que nadie ni nada te desanime.
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Así como la danza nos traer beneficios en nuestro estilo de vida, también es necesario eliminar algunos pensamientos negativos que nos impiden mejorar nuestra vida, como estos que te compartimos.