Los hedonistas encuentran pocas veces la saciedad para sus impulsos. El placer y la adicción que éste causa suelen encontrar los vehículos perfectos para su consumación, pero nunca para su término; siempre se necesita más y más. Como si fueran esclavos de un genio destinado al goce, existen personas que no pueden soportar este mundo sin una pizca de excitación y requieren la persecución constante de esas cosas que brindan alegría a lo vivido. Por esa misma razón, resulta tan común que la afición a la marihuana se encuentre ya en cualquier lugar; una parte del cerebro destinada al agrado, que bien podríamos ubicar como el sistema neuronal del hedonismo, encuentra en el THC –una molécula sintetizada en la cannabis– un estímulo increíble para la risa, el orgasmo, el hambre, la sed y otras actividades esenciales, sólo que maximizadas a un grado de dicha increíble.
“¿Qué es lo que no nos ha quedado bien claro de esta droga en nuestro uso?”
Todo eso que nos trae satisfacción en la cotidianidad –comer, beber, estar sexualmente con la pareja, oler ciertos aromas, dormir, etcétera– puede incrementarse en intensidad con la presencia de la marihuana en el cuerpo; los lípidos que ésta contiene producen en el llamado “sistema del placer” una sobreestimulacion que, sí, es necesaria para sobrevivir, pero esencialmente causa una adicción si se promueve con el uso de esta sustancia aún siendo natural.
Hasta aquí, todo bien; pero ¿qué es lo que no nos ha quedado bien claro de esta droga en nuestro uso?
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Primero, nos hemos comprado el mito que dice que los usuarios de la marihuana no desarrollamos ninguna dependencia. Y sí sucede. Cada vez se requieren consumir cantidades mayores para obtener el efecto deseado, pues se desarrolla también tolerancia y la necesidad se incrementa.
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Si se emplea la cannabis por periodos prolongados y en cantidades importantes, para después suspenderse, se puede causar un síndrome de abstinencia. Que sea natural no quiere decir que no tenga efectos típicos de la droga.
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Si se está en abstinencia, el “sistema de defensa” se activa pues nos encontramos ante una situación amenazante y nuestro cuerpo entonces reacciona con miedo, ansiedad, pánico y peligro.
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La marihuana actúa directamente sobre la toma de decisiones y la memoria; cualquier pensamiento es impulsado o frenado por ella, respectivamente.
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Algunas regiones del cerebro disminuyen su actividad con el consumo de la marihuana; por ello, la lentitud para responder y las fallas en la memoria o atención son características.
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El consumo de cannabis es una intoxicación. Y con ella, nuestras funciones cognitivas –como el pensamiento, la percepción de sí mismo, la socialización y el estado emocional– se ven alteradas.
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La cannabis ayuda en el proceso de conexiones entre neuronas; entonces para comunicar funciones en el cerebro, la marihuana puede ser de ayuda. Por ello es utilizado para terapias clínicas.
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Si se fuma marihuana durante el embarazo, sí existe peligro de malformaciones en el feto y daños severos en el funcionamiento de su cerebro. Así que no es recomendable en lo más mínimo.
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La corteza prefrontal en el humano deja de formarse hasta los 30 años, por eso, si se comienza a fumar desde la adolescencia, las conexiones en esta área se ven afectadas.
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Sujetos que comienzan su consumo antes de los 17 años presentan alteraciones en su capacidad de razonamiento, planeación y habla en la edad adulta, como consecuencia a estas atrofias en la corteza prefrontal.
Sí, la marihuana es una droga impresionante y sus fines lúdicos han sido aprobados ya en gran parte del mundo, pero que no nos haga olvidar que efectivamente es una sustancia de intoxicación. A los humanos nos gusta la intoxicación y el placer, por eso lo aceptamos, pero jamás debemos pensar que no estamos haciendo algo dañino; la cannabis nos relaja y nos permite librarnos del traumático estrés diario, sólo no hay que perder de vista que es un psicoactivo que proveemos a nuestro cuerpo. Para aprender un poco más de su historia, lee Los estudios de Carl Sagan sobre el beneficio de la marihuana que ocultó para seguir en la NASA y 6 beneficios de legalizar la marihuana en México.
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Fuente
Laboratorio de cannabinoides en el Departamento de Fisiología, UNAM