Sólo por hoy. En las próximas 24 horas que restan no beberás alcohol. El día de mañana, cuando despiertes, volverás a proponértelo «hoy no, mañana quizá». Así pasará otro día. Repetirás lo mismo pasado mañana y el día que le sigue, el que le sigue y el que le sigue… ¿Crees que es difícil?, sólo al principio. Este axioma es utilizado en Alcohólicos Anónimos para dejar de beber y parece funcionar.
Si abriste este artículo quizá sea porque tienes la intención de dejar de beber. Antes de que lo decidas, será mejor que conozcas todo lo que pasará cuando lo hagas.
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Sabrás qué es un domingo por la mañana sin resaca
Descubrirás un enorme placer en abrir los ojos y levantarte de la cama sin que sientas que vas a morir por lo crudo que estás. No sentirás malestar estomacal ni dolor de cabeza que te impida hacer, literalmente, lo que quieras ese día. Te lo vas a agradecer.
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Las cosas te sabrán mejor
A los pocos días de que dejes de beber, todo lo que comas te sabrá diferente; mucho más intenso. Incluso, descubrirás que algo que podía no gustarte comienza a parecerte rico. Además, descubrirás bebidas de las que antes te privabas por consumir alcohol, lo que incrementará tu acervo gastronómico.
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Las personas te juzgarán
Antes, usar drogas y alcohol era algo que las personas veían con malos ojos, pero hoy, no hacerlo es casi una ofensa para los demás, personas que no conciben que alguien haya decidido parar de consumir alcohol: «¿por qué no bebes?, ¿juraste?, ¿apoco no te tomas ni una?». Podrías explicar una y otra vez que has tomado una decisión pero aún así seguirán cuestionándola. Debes estar preparado.
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Pasarás por momentos aburridos pero eso te llevará a conocerte mejor
Sí, no voy a mentirte, durante los primeros meses pasarás por algunos momentos de aburrimiento. Es lógico: si por algún tiempo beber fue tu principal distractor, tomará un tiempo que encuentres otras formas divertidas de distraerte. Pero cuando lo logres, las disfrutarás mucho más que cualquier fiesta —aunque lo dudes— porque además sabrás cómo eres, piensas y sientes sin ningún tipo de alteración psíquica.
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No sentirás culpa
«¿Con quién me besé?, ¿cómo llegué a casa?, ¿por qué gasté tanto dinero?», son preguntas que dejarán de atormentarte. Recordarás todo lo que hiciste una noche antes y no sentirás arrepentimiento ni “cruda moral” por haber tomado una mala decisión. Aunque creas que es poca cosa, esto te dará una paz mental invaluable.
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Todo será más claro para ti
Pensarás con mayor claridad, pues los conflictos emocionales de tu vida se reducirán drásticamente, recuerda que el alcohol es depresor del sistema nervioso. No habrá ninguna sustancia en tu cuerpo que altere la manera en la que piensas y sientes, por lo que las confusiones se esfumarán. Además, te meterás en menos problemas lo que te tendrá tranquilidad.
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Podrás terminar con relaciones tóxicas
Cuando bebes, cometes errores. Llamar a tu ex es uno de los más comunes. Cuando dejas de estar intoxicado, dejas de escudarte tras tus impulsos y comienzas a ser más responsable de ti mismo. No más llamadas a las 03:00 am de “te extraño”. Tu dignidad estará en un lugar seguro.
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Conocerás a tus verdaderos amigos
¿A cuántas personas no conociste en la fila del baño y se volvieron tus confidentes durante una noche de fiesta?. Las querías y te querían mucho —decían— pero cuando tenías un problema serio ¿dónde estaban?. Un amigo no es ese con quien sólo puedas beber hasta perder el conocimiento, sino quien busca lo mejor para ti. Y si dejar de beber lo es, va a apoyarte incondicionalmente.
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El sexo será mucho mejor
Tus nervios, tu cuerpo y tu estado de ánimo estará mejor. Por lo tanto, las sensaciones serán mucho más intensas. En el sexo no será la excepción y podrás gozar de relaciones mucho más placenteras.
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Necesitarás ayuda
Dejar de beber no es fácil. Si eres una persona que se ha habituado al alcohol y todas las rutinas que vienen con él —fiestas, bares, ligues esporádicos— eventualmente, querrás volverlo a hacer. Verás a los demás bebiendo y te surgirán ganas de hacerlo de nuevo. Generalmente, al recordar la razón por la que lo dejaste, podrás evitarlo. Pero debes tomar algo en cuenta: si a pesar de esfuerzos, tus promesas, tus convicciones vuelves a hacerlo, podrías necesitar ayuda. Búscala.
Quizá ya hayas pasado la línea de un bebedor social y hayas enfermado de alcoholismo —una enfermedad incurable, progresiva y mortal—. Si tienes dudas, lo más recomendable es que asistas a algún grupo de Alcohólicos Anónimos cercano para descartarlas. En México, existe una corriente de grupos donde asisten personas de tu edad y podrán ayudarte.
Razones para dejar de beber, tienes. ¿Cuantas crudas te faltan para decidirlo?