Si no nos cortáramos nunca las uñas difícilmente podríamos asearnos, vestirnos o comer, pues crecen aproximadamente 3,5 milímetros cada mes. Quizás para varias de nosotras es muy poco, ya que nos gustaría tenerlas largas y bonitas. Pero si las mantenemos en crecimiento llegaríamos a un largo poco funcional. Por ello debemos cuidarlas y recortarlas cada cierto tiempo, ya sea como solemos hacerlo en casa o yendo a un salón de belleza para realizarnos manicura. Ésta es una actividad con más de 3.000 años de antigüedad y tiene como lugar de origen el pueblo de Egipto, donde llevar las uñas largas era sinónimo de un estatus social alto, poder y riqueza. Posteriormente, con el paso de los siglos se descubrieron los esmaltes e impusieron distintas tendencias.
Cabe mencionar que comúnmente acostumbramos hacernos manicura y dejarle la decisión de cómo será la forma de las uñas a la manicurista, pues al fin de cuentas es la especialista. Sin embargo, ella podrá recomendarnos estilos, colores o técnicas, pero no sabe cuáles son nuestras actividades diarias y en qué consisten. Por eso es posible que elija incorrectamente su forma. Por eso a continuación te presentamos qué tipo de manicura debes usar según tu estilo de vida.
Cuadradas
Son fáciles de mantener y los cuidados son mínimos, por ende suelen ser cómodas para todo tipo de actividad. Por ejemplo, si tenemos que pasar la mayor parte del tiempo frente a una computadora y escribir, esta manicura es ideal. Hace que nuestras manos luzcan estilizadas. Además podemos conseguirlas sin necesidad de recurrir a una especialista, ya que basta con limar de manera recta la uña sin ladear la lima para evitar que se deforme.
Redondas
Al igual que las cuadradas, son prácticas y cómodas y no requieren mucho mantenimiento. Son ideales para las chicas que prefieren llevar un look más sencillo y que sus actividades diarias son complejas o manuales, como practicar algún deporte o limpiar un lugar de manera constante. Se rompen menos al no engancharse con las cosas fácilmente y si las uñas tienden a quebrarse, con esta forma podemos disminuir la probabilidad de que suceda. Por otro lado, crea un efecto de adelgazamiento en las manos “rellenitas”.
Ovaladas
Este tipo de uñas favorece a los dedos pequeños y delgados, ya que alargan visualmente las manos. Lucen elegantes, con un estilo romántico y clásico, pero es importante no confundirlas con las que tienen forma de almendra. Pues éstas son un poco más alargadas y puntiagudas. Por el contrario, las ovaladas se caracterizan por simular la forma de un huevo. Son ideales para evitar los muchos riesgos a que se quiebren.
Almendradas
Es ideal para aquellas chicas a las que le gusta ser recatadas, pues aportan un toque glamuroso a cualquier vestimenta. Sin embargo, no es recomendable llevar este tipo de manicura si realizamos muchas actividades manuales, ya que su mantenimiento es complicado al ser más largas que las anteriores. Con relación a esto, favorecen los dedos cortos y manos llenitas porque por su forma crea un efecto de adelgazamiento.
Bailarina (o ataúd)
Es una forma común que suele hacerse en uñas artificiales (acrílicas o gel). No obstante, las chicas que las tienen fuertes y largas las liman de esta manera. Cuidarlas y mantenerlas es complicado, pues se parten con frecuencia y es posible que nos causemos un daño severo si no somos cuidadosas. Son ideales para eventos especiales.
Stiletto
Se caracterizan por su punta afilada y porque estilizan los dedos. No son recomendables para llevarlas cotidianamente, pues son peligrosas tanto para nosotras como para los demás (rasguñan). Es mejor elegirlas no tan largas y utilizarlas de igual manera para eventos especiales en los que queramos lucir un estilo retro.
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Como se mencionó al principio, solemos recurrir dejarle la decisión a la manicurista para que elija el estilo de nuestras uñas. Sin embargo, nos arriesgamos a que no luzcan como esperábamos. Sucede de igual manera con el color, pues éste puede ir mejor según nuestro tono de piel.