Existen momentos en que todos nos rompemos, que necesitamos respirar. Poner en claro nuestras ideas. Nos prometemos a nosotros mismos un cambio y cuando menos nos damos cuenta echamos todo por la borda. En un intento vano de avanzar, retrocedemos y detenemos todos esos planes que supuestamente queríamos realizar. Preferimos soñar en vida, imaginar y olvidar a medias todo.
Quedarse con las ganas de hacer algo sólo por desidia o flojera, es algo que además de a mí, seguramente también le ha sucedido a ustedes. Nos sucede a todos. Niños, jóvenes, adolescentes, adultos. La edad no discrimina y los sueños no cumplidos se acumulan, pudren y se llenan de polvo en un lugar abandonado que en el fondo deja entrever un letrero que dice: “El rincón de lo deseos perdidos”.
Muchos son los factores que influyen, quizá no sea siempre culpa de la cobardía. Existen también voces que de forma sutil pueden influir en nuestras decisiones y hacernos cambiar de parecer. Pero… ¿por qué no escuchar aquellos que sí nos alientan a convertir nuestros sueños en realidad sin importar si son pequeños o grandes? Ya lo dijo Charles Dickens en su novela David Copperfield: “Lo más importante en la vida es dejar de decir deseo y empezar a decir lo haré”.
–
Tu nuevo departamento
Si el momento de salir de casa de tus padres llegó para ti, lo mejor que puedes hacer es dejar de soñar, salir a buscar tu departamento ideal y enamorarte de él. Ve guardando poco a poco tus cosas, elige bien lo que quieres llevarte y pídele ayuda a tus amigos cuando llegue el gran día. Esta será una experiencia más que tendrán para contar.
Ese corte de cabello que tanto has querido
Nada como un buen cambio de look para sentirte diferente. Si necesitas dejar ir ciertas cosas o simplemente tienes ganas de hacer algo radical con tu apariencia, no les des más vueltas y hazlo. Córtalo, píntalo, decolóralo, rápalo, no importa. El cabello crece, da igual. Sólo asegúrate de ir con un estilista que te guste.
El roadtrip con tus amigos
Cuántas veces has llegado a la conclusión con tus amigos de que sería una buena idea hacer un roadtrip juntos. Bien, si es tu caso; no dejes que sólo se quede en palabras. Toma la iniciativa, planea una ruta, pregunta a los demás qué les gustaría visitar, establezcan una fecha y cuando menos lo esperen, estarán a punto de comenzar con su aventura.
La inscripción al gym que has postergado
Si en el fondo sabes que no te vendrían mal un par de horas de gimnasio, es momento de que te inscribas. Además de mejorar tu salud, tu autoestima también aumentará y es probable que a partir de esto muchos aspectos de tu vida comiencen a mejorar.
“Lo más importante en la vida es dejar de decir deseo y empezar a decir lo haré”.
Ponerte ese outfit que tienes guardado
Si eres de las personas que tiene en su armario prendas guardadas por pena, miedo o porque es algo diferente a lo que acostumbras, hoy puede ser el día para cambiar de opinión. Lo importante es que te gusten a ti y te sientas a gusto. Lo demás sale sobrando.
Dar ese paso al mundo culinario
Muchas personas piensan que no son buenas para la cocina, pero en ocasiones esto es sólo una cuestión de flojera. No temas, no hay dragones dentro del refrigerador y tampoco el mundo conspirará en tu contra para que todo salga mal. Al contrario, es probable que descubras que tienes un talento oculto y de paso, comerás cosas deliciosas.
Esa plática pendiente
En el contexto que quieras, casi todos hemos tenido la necesidad de enfrentar esos momentos incómodos o pláticas pendientes que inconscientemente nos preocupan y no nos permiten seguir adelante. Si por temor al qué pasara, aún no has cerrado ciertos ciclos. No lo postergues más, piensa bien lo que quieres expresar, mentalízate y sal de una vez por todas de ese dilema.
El proyecto que se quedó varado
Todos tenemos sueños, ideas y proyectos que nos gustaría cumplir, sin embargo, a veces ponemos de pretexto la falta de tiempo para poder llevarlos a cabo. Analiza bien el por qué de tu retraso y, si la solución es simple, organízate y sé más disciplinado. Todo se puede en esta vida, tal vez tengas que hacer unos cuantos sacrificios pero segura valdrá la pena.
“Los sueños no cumplidos se acumulan, pudren y se llenan de polvo”.
Arriesgarte a salir de tu zona de confort
Quizá este sea el punto más importante del listado, pues abarca casi todo lo que necesitas para desfronterizarte. A todos nos gusta y disfrutamos nuestra zona de confort, pero fuera de ellas es precisamente donde surgen las mejores experiencias e ideas. Quizá puedas equivocarte, pero esto significa que lo estás intentando.
Citando nuevamente al maestro de la imaginación Dickens, la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes. Desfronterízate, comparte con el mundo esta forma de pensar, ayuda a un amigo cuando lo necesite y haz de tu vida una experiencia única. Ser feliz es un deporte que se debe practicar todos los días y para lograrlo, siempre hay que verle el lado positivo a los acontecimientos.