Bugs Bunny, Pepe Le Pew, el Pato Donald, Mickey Mouse y hasta Speedy Gonzales llegaron a perder la cabeza cuando el personaje del que estaban enamorados decidió darles una oportunidad. Los ojos les saltaban de sus órbitas, sus orejas humeaban, sus manos y pies duplicaban su tamaño y su boca abierta tocaba el suelo cada vez que veían pasar a la “chica de sus sueños”.
Aunque a nosotros no nos sale fuego de los labios ni se nos transforman las pupilas en corazones, sí nos ocurren un par de cosas cada vez que intentamos hablar con la persona que nos gusta. Todos los datos curiosos con los cuales podríamos impresionarla se nos olvidan, nuestras frases dejan de tener coherencia, nuestros movimientos se vuelven torpes y nuestra tranquilidad se convierte en ansiedad. Es decir, cada vez que nos habla quien nos atrae parecemos unos completos idiotas.
Estas desafortunadas reacciones son reconocidas por algunos psicólogos como deseabilidad social. Tales palabras se refieren a la necesidad que todos los seres humanos tenemos de sentirnos aceptados. Por otro lado, cuando se trata de la persona que nos interesa nuestro cerebro reacciona –como parte de un proceso adaptativo– en forma de alerta.
El comportamiento antinatural y muchas veces ridículo que mostramos cuando la persona que nos atrae se aparece es parte de un terror al rechazo que no podemos controlar. No cumplir las expectativas del otro es lo que hace estallar nuestros nervios, mismos que provocan las acciones o palabras menos atinadas al momento de interactuar con la mujer o el hombre que nos trae locos.
El director clínico del Instituto de Psicología de Madrid, Héctor Galván, aclaró que gran parte de los “errores” que cometemos frente a la persona que nos gusta ocurren porque nos criticamos con mayor intensidad en ese momento. Nuestras peores inseguridades salen a flote justo cuando convivimos con alguien que nos parece atractivo o interesante, pues nuestros niveles de ansiedad se elevan al pensar en la posibilidad de ser rechazados por él o ella.
¿Qué hacer para no quedarnos callados o para no equivocarnos cuando nos habla quien nos gusta?
+ Sé natural: jamás prepares un discurso ni anticipes respuestas a posibles preguntas, eso sólo te confundirá más al momento de conversar con la persona que quieres conquistar.
+ Si no sabes, pregunta: nunca mientas sobre lo que conoces y lo que no sólo por quedar bien; es mejor preguntar todo lo que no entiendas sobre la conversación, en lugar de dar respuestas absurdas para parecer interesante o inteligente.
+ Arriésgate: a todos nos da miedo equivocarnos y ser rechazados, pero jamás comprobarás si le gustas a la otra persona o cuáles son tus oportunidades con ella si nunca te muestras tal cual eres. Ten iniciativa y sorprende a la otra persona.
+ No te predispongas: deja de pensar que todo saldrá mal, que te equivocarás al responder o que tu conversación aburrirá a quien te gusta. Mientras intentes dar lo mejor y confíes en lo que sabes y eres, nada tiene por qué salir mal.
+ Sé consciente de que nadie es perfecto: cuando alguien nos gusta es común divinizar a esa persona; sin embargo, todos tenemos defectos, así que deja de pensar que quien te atrae es inalcanzable o que eres poco para él o ella.
No te preocupes si te equivocas ni te presiones cuando todo vaya mal, sólo recuerda que «al primer amor se le quiere más, a los otros se le quiere mejor», como dijo Antoine de Saint Exupéry. Así que si esta conquista no resulta como esperabas, es porque sólo fue parte de un aprendizaje.
