Las mujeres generalmente se tienen que enfrentar a absurdos comentarios relacionados con su estado de ánimo y sus cambios hormonales, muchos de ellos son chistes de mal gusto que las hacen ver como bestias furiosas o personas con una dudosa estabilidad mental. Generalmente las personas asumen que cuando una chica se encuentra de mal humor es debido a su cuerpo y no a factores externos, podríamos decir que este pensamiento viene de siglos atrás en los que a las mujeres diagnosticadas con trastornos mentales se les extirpaba el útero con el fin de aliviar su malestar, pero, ¿en serio los cambios hormonales pueden ser causa de locura?
En realidad utilizar la palabra “locura” es muy exagerado, ésta se refiere a un estado de euforia desenfrenada en la que el paciente no puede controlarse a sí mismo y lo que pasa con el cuerpo femenino no es ni remotamente parecido a lo que sufren estas personas. Sí, el proceso hormonal de las mujeres tiende a provocar cambios en el estado de ánimo debido a que todo en su cuerpo está recuperando su estabilidad después de haber pasado por el ciclo menstrual, no obstante, durante esta regularización puede haber algo que detone un desequilibrio hormonal que puede desatar , ahora sí, una serie de enfermedades tanto físicas como mentales.
Aunque los desfases en el ciclo hormonal no son exclusivos de las mujeres, los hombres también pueden ser víctimas de éstos cambios y del mismo modo son propensos a presentar síntomas tanto físicos como mentales. La principal razón por la que aparecen estos desequilibrios es el estrés; al estar en alerta constante, nuestro cuerpo concentra todas sus energías en realizar las actividades que nuestro cerebro le solicita y comienza a no funcionar con regularidad, incluso podemos olvidarnos hasta de comer, lo que refuerza aún más la aparición de estos problemas.
Para ambos casos, las consecuencias de los cambios hormonales son diferentes, sin embargo, tanto como para hombres como para mujeres implica una serie de variaciones en el estado de ánimo que van desde un estado de inexplicable alegría hasta la tristeza profunda. Lo peligroso viene cuando esa tristeza se convierte en depresión, porque sin importar el sexo o la edad, salir de ésta es demasiado difícil si no se toman las medidas adecuadas. Pero no es todo lo que pueden provocar, debido al estrés, las personas son más propensas a perder el cabello, generar problemas de la vista, enfermedades cardiovasculares y ganar o perder peso súbitamente, entre otras.
Lo ideal para evitar que estos problemas lleguen a afectar a cualquier persona es identificar las fuentes de estrés y tratar de reducir su impacto, sobre todo en estos tiempos en lo que la idea de éxito va estrechamente relacionada con tener un trabajo bien remunerado y objetos que puedan ser causa de envidia entre los demás. Todo mundo debería de estar consciente de que ese pensamiento consumista le está causando un daño considerable a sus cuerpos y a sus relaciones personales. Por otro lado, es imperioso que la gente se de cuenta de que estos cambios y sus consecuencias no son ninguna broma que deba masificarse en televisión o cualquier otro medio, pues son miles los individuos que sufren a causa de esto y para ellos ese pesar no es ningún chiste.
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Referencias:
En buenas manos
Sanitas
La vida lúcida
