Un abdomen plano, piernas largas y torneadas, brazos delgados, una cintura diminuta. Desafortunadamente, así sigue pensándose el cuerpo ideal de la mujer; aunque día con día vemos cómo más chicas comienzan a cuestionar estos estándares y desafían el paradigma amando su cuerpo tal y como es. El sobrepeso —por mínimo que sea— es visto como falta de cuidado y amor propio. Esta visión es completamente errónea, ya que el peso de nuestro cuerpo depende de muchos factores que van cambiando según la edad, género y ritmo de vida.
En muchas ocasiones, cambiar nuestros hábitos alimenticios no se trata de bajar de peso para cumplir con los estándares de belleza, sino que va hacia algo más importante: el cuidado de nuestra salud. Una alimentación rica en grasas, colesterol y sal puede perjudicar el sistema cardiovascular. Es por ello que algunas dietas se enfocan en algo que va más allá de lo estético, y un ejemplo de estas es la dieta DASH, que ha ganado popularidad en tiempos recientes.
¿Pero qué es la dieta DASH? La dieta DASH —por sus siglas en inglés, Dietary Approaches to Stop Hipertension— es una de las dietas más recientes que se ha dado a conocer. Su popularidad se debe a que brinda múltiples beneficios a quien la realiza. A través de ella se puede ayudar a bajar la presión arterial alta, el colesterol y otras grasas en la sangre. También ayuda a reducir el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Aunado a lo anterior, ayuda a bajar de peso. Esta dieta es baja en sodio y rica en nutrientes, en realidad no requiere de sacrificar platillos deliciosos a cambio de buena salud.
A continuación, te compartimos 7 consejos para adaptarte a la dieta DASH sin preocupaciones.
1. Debes consumir muchas verduras, frutas y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa. Además, incluye granos enteros, legumbres, semillas, nueces y aceites vegetales; además de pescado, aves y carnes magras.
2. Por otro lado, es importante que reduzcas el consumo de sal, carnes rojas, dulces y bebidas azucaradas. También debes reducir la ingesta de bebidas alcohólicas.
3. Debes acostumbrarte a realizar por lo menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada casi todos los días de la semana. Los ejemplos incluyen caminata rápida o montar en bicicleta. Ponte como meta hacer 2 horas y media de ejercicio por semana.
4. El gran beneficio de esta dieta es que vas a poder comer poquito de todo, en porciones equilibradas.
5. Debes considerar beber dos litros de agua al día, tener cinco comidas al día —tres principales y dos colaciones. Y no consumir más de cinco dulces por semana.
6. Cero alcohol, tabaco y bebidas azucaradas como el refresco.
7. Debes eliminar por completo los embutidos, enlatados, pasteles y postres excesivos.
Como podrás notar, lo único que se retira de tu alimentación son todas las grasas saturadas, dulces e irritantes que perjudican el trabajo normal de tu organismo. Y se complementan con frutas, verduras y muchas semillas. ¿Por qué no juegas y te conviertes en una mejor versión de ti mismo?
El texto anterior fue escrito por Almides Pittoni.
Pensar que la alimentación y la actividad física son los factores exclusivos que alteran nuestro cuerpo es uno de los tantos mitos que existen alrededor del deseo de adelgazar. Si quieres bajar de peso, ya sea por motivos de salud o por el simple gusto de hacer algo que te haga sentir bien, te recomendamos adoptar estos sencillos hábitos que puedes incorporar en tu rutina diaria sin mucho sacrificio.
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