A través de los alimentos obtenemos los nutrientes necesarios que nuestro cuerpo requiere para sentirse bien, estar sano y llevar a cabo sus acciones con normalidad. Por ello es que una dieta balanceada que contenga los alimentos adecuados para tu bienestar debe ser prioridad en todo momento del día. Todo régimen alimenticio impuesto por un especialista busca la salud del paciente y resolver distintas situaciones como sobrepeso, descompensación, etcétera.
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Definición de dieta
Es la cantidad y calidad de alimentos con los que suministras las necesidades de tu organismo para que absorba los nutrientes de manera adecuada. Una buena dieta es aquella que en lugar de restringir busca balancear: lo ideal es que le des a tu cuerpo la carga suficiente de carbohidratos, proteínas y grasas, además de vitaminas y minerales, para que cada una de sus funciones esté completa.
No es el paciente quien debe definir su tipo de dieta sino un experto en nutrición con base en un análisis previo a la persona que desee someterse a la disciplina de una dieta. Existen diversos tipos de dietas, todas ellas buscando la salud y el bienestar del organismo por encima de la estética o la vanidad.
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Tipos de dietas más comunes
Macrobiótica: excluye los alimentos azucarados, las grasas y los fritos para darle prioridad al pescado, las frutas y verduras.
Vegana: elimina todo tipo de alimento de origen animal y sus derivados (leche, huevo, etcétera).
Basal, equilibrada o Mediterránea: es una de las menos severas, ya que apuesta por la mezcla de alimentos saludables pero variados como las frutas, hortalizas, cereales, pescado y carne.
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Hipercalóricas: es ideal sobre todo para personas que tienen actividad física intensa ya que las llena de energía. No se trata del consumo inmoderado de azúcares y calorías dañinas sino de alimentos saludables que las contengan en la medida justa, tal es el caso del aceite de oliva, los frutos secos y algunas carnes y pescados.
Hipocalóricas: es la más común de todas, pues es la que busca bajar de peso a través del consumo bajo de calorías, obligando al cuerpo a echar mano de las grasas para compensar la escasez de calorías. Destaca el consumo alto de vegetales y frutas.
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Para elegir el tipo de dieta que tu cuerpo requiere acude a la consulta de un experto para que él te haga un programa alimenticio con base en tu estado actual de salud. No intentes experimentar con alguna dieta o alimentos que no estés seguro acerca de sus beneficios.
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