Oír es precioso para el que escucha.
Proverbio egipcio
¿Recuerdas el momento en que escuchaste tu canción favorita por primera vez? Tal vez estabas en la secundaria, habías tenido un mal día y sentiste que alguien, en otro tiempo y lugar, te entendía a través de la música. La primera vez que escuchaste un “te quiero”, que oíste el mar, que reconociste el llanto de un ser querido o el ladrido de tu perro son parte del soundtrack de la vida. Identificar mensajes y emociones a través de los sonidos es una sensación indescriptible y también uno de nuestros recursos más importantes para entender el mundo porque una parte esencial de la realidad entra por los oídos.
¿Te ha pasado que una alarma de coche se le atraviesa a tu pensamiento y no te deja concentrarte? Maldices al dueño del carro y te enojas hasta que te das cuenta que la única manera de callarla es dejar de prestarle atención. Seguro también te ha pasado que estás en clase y al salir del salón lo único que recuerdas es que el profesor les dijo que ya se podían ir. Esto ocurre porque oír y escuchar son procesos distintos que conducen a resultados diferentes.
Oír es recibir, escuchar es interpretar
¿Has estado con personas que hablen un idioma que no entiendes? Aunque puedes oírlas, las palabras que emiten no tienen sentido para ti. La audición nos permite recibir sonidos a través de los oídos, pero si éstos no tienen un significado previo, sólo son ruidos para nuestro cerebro. Escuchar es un proceso mucho más complejo. Es la capacidad de interpretar y darle sentido a lo que entró por los oídos.
Oyes con los oídos, escuchas con la mente
Para dejar de oír y comenzar a escuchar, debemos tomar los sonidos y transformarlos en mensajes. Este proceso se lleva a cabo a través del área sensorial del lóbulo temporal, llamada corteza auditiva. Además, necesitamos poner en marcha procesos psicológicos fundamentales como la atención, el lenguaje, el pensamiento y la percepción con otros sentidos; por ejemplo, si no observamos el lenguaje corporal de la persona con la que estamos hablando, podríamos malinterpretar el mensaje. Es como el: “Haz lo que quieras…” de tu mamá. Sabes que, aunque las palabras indican algo, esta frase es más una amenaza que una autorización.
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Oír es involuntario, escuchar es deliberado
A tu alrededor hay personas platicando. El viento sacude las hojas de los árboles, pasan los coches y un perro ladra en la calle. Estás todo el tiempo rodeado de ruidos y, sin embargo, no los notas a menos de que así lo quieras. Oír es un acto inconsciente y se realiza sin esfuerzo. Por el contrario, escuchar se hace intencionalmente, somos selectivos y prestamos atención a lo que nos interesa. Por eso, podemos sabernos de memoria los diálogos de nuestra película favorita, pero haber olvidado todas las clases de química que recibimos en la vida.
Oír es natural, escuchar es aprendido
Para la mayoría de las personas oír es un acto natural, naces con él y la única manera de dejar de hacerlo es taparte los oídos. Escuchar, por su parte, es una habilidad adquirida. La desarrollamos con paciencia, atención y silencio. Los músicos, por ejemplo, pueden distinguir notas que para la mayoría de nosotros son imperceptibles; mientras que los buenos conversadores conocen la diferencia entre esperar su turno para hablar y saber escuchar.
Muchas personas asumen que oír es algo “normal” y nunca desarrollan la capacidad de escuchar. Limitan sus sentidos sin darse cuenta cuán afortunados son de poder disfrutar la música, los sonidos de la naturaleza y la voz de sus seres queridos. Este año Generosity Amplified 2017 –iniciativa de Chivas Regal–, lanza nuevamente su edición especial y se une, por segunda ocasión, a Starkey Hearing Foundation, amplificando el apoyo a que más personas puedan oír por primera vez.
Esta edición limitada Chivas Regal 12 es una mezcla de whiskys escoceses de malta y grano madurados por un mínimo de 12 años, protegida por una lata de aluminio de diseño artesanal inspirado en la repetición de una onda de sonido. Chivas Brothers donará 0.05£ de las ventas a Starkey Hearing Foundation, la cual ha entregado aparatos auditivos a más de 75 mil personas en México.
Escuchar debería ser una facultad natural, no un privilegio; por eso Chivas Regal te invita a contribuir con ellos para hacer del mundo un lugar más melódico. Aprende a escuchar y dale la oportunidad de hacer lo mismo a quienes lo necesitan.