A propósito de la siniestra noticia que ha circulado en los medios acerca de la pareja de asesinos de mujeres de Ecatepec, los cuales desmembraban los cuerpos de sus víctimas y los transportaban en una carriola por las calles de este municipio, también ha saltado la duda acerca de las diferencias entre los términos sociópata y psicópata, los cuales, a pesar de referirse en esencia a una persona que busca hacer daño a sus semejantes, poseen diferencias sustanciales (a menudo demasiado delgadas y difusas para poder clasificar a uno u otro) que a continuación mencionaremos.
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Un psicópata carece de las estructuras neurológicas para desarrollar un sentido de la moralidad y la ética, por ello es que al asesinar se encuentran libres de todo remordimiento. Por su parte un sociópata también manifiesta un deseo de acabar con la vida de las personas, pero su brújula moral y ética puede llevarlo a frenarse, aislarse en su casa y experimentar un rechazo sin llegar a hacer daño (aunque es capaz de hacerlo), a diferencia de un psicópata, que buscará sobrepasar límites y lastimar a toda costa.
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Ambos pueden ser tranquilos, incluso encantadores y amables con su entorno familiar y laboral, pero en su interior yace una necesidad y un deseo de manifestar su odio y rechazo. El psicópata, que la mayoría de las veces nace con esa tendencia al homicidio de manera congénita, buscará por todos los medios controlar a su víctima, humillarla y regocijarse en su dolor; es un depredador nato que se caracteriza por tener un modo de operar que se convierte en su marca registrada. Son crueles, sádicos e impulsivos, a menudo descuidados en sus actos, aunque también los hay que son planificados y cuidados, situación que los puede llevar a asesinar durante varios años sin ser descubiertos.
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Un psicópata será capaz de ir más allá del simple acto de quitar una vida para sumergirse en acciones como canibalismo, necrofilia, desmembramiento y la obsesión por guardar recuerdos o trofeos de sus víctimas (ropa o partes de los cuerpos). A pesar de todo ello muchos psicópatas sostienen relaciones afectivas, son padres de familia, tienen un trabajo estable, visten de manera discreta y se comportan como seres normales, a menudo grises y con una apariencia inofensiva.
Por su parte un sociópata, el cual también puede manifestar anomalías cerebrales congénitas que lo llevan a esta condición, puede convertirse en tal por el ambiente en el que creció, es decir, está condicionado por un entorno educativo y familiar negativo (abusos físicos y psicológicos, violencia intrafamiliar) que los lleva a sentir un profundo odio hacia sus semejantes. A menudo se encuentra que los sociópatas no sienten apego hacia grupos humanos, pero si encuentran uno que comparta sus mismos pensamientos y sentimientos, pueden unirse a ellos.
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Los sociópatas se mostrarán con una cara de amabilidad y encanto con el mundo, pero en su interior hay una mente manipuladora que tiende al engaño y la mentira de forma patológica. Además se caracterizan por manifestar arranques de violencia sumamente agresivos que los pueden llevar a cometer crímenes de manera impulsiva. Según estadísticas, un 4% de la población mundial presenta rasgos de sociopatía contra un 1% de los que tienen un perfil psicópata.
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Un psicópata no se detendrá ante nada porque sus códigos morales carecen del miedo a ser juzgado y/o castigado; un sociópata sí lo hará la mayoría de las veces, porque en él hay una alerta que le avisa sobre la repercusión de sus actos. Como puedes ver existen claras diferencias entre ambos pero también similitudes que a menudo se pueden mezclar o confundir, haciendo que sea difícil para la psiquiatría distinguir a uno u otro. Existen psicópatas que pueden manifestar rasgos de sociopatía y viceversa.
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