¿Te duele?
¿Te estoy lastimando?
Si eres de las personas que gimen durante una relación sexual es normal que ya hayas escuchado alguna de estas preguntas. Por muchos años las personas se han preguntado por qué las mujeres gritan mientras están teniendo sexo; la mayoría de la gente relaciona esas expresiones con el tamaño del pene o los movimientos que éste realiza dentro de la vagina. Sin embargo, estudios recientes indican que se trata de un rasgo evolutivo que no hemos podido superar.
Como cualquier otro animal, el ser humano se vio obligado a buscar formas efectivas de encontrar una pareja fértil. Los hombres demostraban su efectividad como machos recurriendo a la fuerza o a la violencia y la mujer recurrió a los gemidos para informar a los machos sobre su disponibilidad para aparearse. Actualmente, esos ruidos ya no son un llamado al apareamiento, pero si un estimulante para el cerebro del hombre. Según Francisca Molero, directora del Instituto de Sexología de Barcelona, los gritos provocan la producción de un esperma de mejor calidad.
Pero ¿qué ocurre cuando esos gritos realmente son de dolor?
Muchas mujeres han sentido dolor durante el sexo y esto se debe a una disfunción sexual que le impide a la vagina expandirse, la cual se conoce como vaginismo. Este problema genera que los músculos vaginales se contraigan de manera involuntaria como si se estuvieran protegiendo, dicho estrechamiento dificulta o impide la penetración; esto le genera dolor tanto a hombres como a mujeres.
Para solucionar este problema existen diversas alternativas que van desde la terapia psicológica hasta una serie de ejercicios físicos conocidos como Kegel.
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Ejercicios de Kegel contra el vaginismo
Opción 1: Cuando vayas a orinar procura no sentarte en la taza para ejercitar los músculos de tu vagina y ano. Cuando comiences a orinar intenta cortar el chorro de golpe al menos en dos o tres ocasiones. Recuerda que los cortes no deben ser demasiado prolongados; sino apenas lo necesario para identificar cuáles son los músculos que necesitas ejercitar.
*Para saber si lo estás haciendo correctamente sólo debes sentir cómo tu ano y vagina se contraen al mismo tiempo.
*Aunque no vayas a orinar, te será de mucha ayuda introducir un dedo de en tu vagina mientras aprietas la zona.
Opción 2: Una vez que identifiques el músculo que debes tonificar, será necesario que repitas el ejercicio de la orina varias veces, sólo que tendrás que ir incrementando las veces que la interrumpes. Si ya dominas lo de las interrupciones, ya no será completamente necesaria la posición de vaquero; ahora debes concentrarte en hacer que estas contracciones duren más tiempo —basta con contar lentamente hasta tres— y luego relajar la zona.
No hay nada por lo que debas avergonzarte, sentir dolor al momento de tener sexo le puede pasar a cualquiera y no es algo que debas ignorar; si consideras necesitar ayuda profesional de un psicólogo u otro tipo de médico no dudes en buscarla.
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Todas las imágenes pertenecen al Instagram de RGSP Magazine.