Estás al borde del precipicio, sólo ves la caída, el vacío, gritas y el eco te devuelve uno más fuerte. Estás sudando, pero algo frío te recorre todo el cuerpo, al final, decides que quizá no es tan buena idea y dejas que otro tome tu lugar, la aventura siempre te ha atraído pero nunca has tomado la decisión de lanzarte a la aventura; tus miedos, siempre han sido más fuertes que las ganas.
Cuántas veces no nos hemos quedado en el intento de llegar más allá de las fronteras, de rebasar nuestros propios límites… el “no puedo”, “está difícil” o “igual y mañana”, son tan sólo algunas de las frases que nos hemos dicho una y mil veces, o en otras ni siquiera lo hemos intentado, nos quedamos en casa, en cama esperando a que las cosas sucedan.
Para que algo ocurra se necesita más que disposición o las ganas de hacerlo, para conseguir lo que quieres se requiere algo que se llama fuerza mental, esa que te motivará a hacer posible lo imposible, hay un hombre que ha roto sus propios límites y que no ha permitido que esos lo detengan conquistando hasta la cumbre más alta.
Kyle Maynard es el claro ejemplo de que uno mismo es quien decide hacer o no las cosas. Nació en Swanee, Georgia en 1986, ha competido en campeonatos de lucha con 35 victorias y sólo 16 derrotas, estudió periodismo y se graduó en 2008 en la universidad de Georgia. Ha escrito libros y es conferencista, pero su reto más grande ha sido escalar el Monte Kilimanjaro en 2012; le tomó sólo 10 días, algo que parecería cualquier cosa, sin embargo, nació con un trastorno genético poco común llamado amputación congénita, no tiene codos ni rodillas.
En su libro “Sin Excusas: La Historia Verdadera de un Amputado Congénito que se Convirtió en un Campeón de Lucha y de la Vida” escrito en 2005, narra su experiencia desde pequeño: sus padres jamás lo trataron de forma distinta y lo enseñaron a valerse por sí mismo, tanto que desde muy pequeño se interesó por los deportes, practicó futbol americano y lucha a nivel colegial.
Para llegar a la cima del pico más alto del continente africano, el Monte Kilimanjaro, Kyle Maynard entrenó arduamente, aunque siempre ha llevado una vida sana y deportivamente activa, requirió de otra preparación pues optó por hacer el recorrido a gatas, sin ayuda de una prótesis. Entrenó en diversas localidades alrededor de Estados Unidos, incluyendo Stone Mountain y Blood Mountain en Georgia, utilizando un equipo que consistía en mangas de hule y llanta de bicicleta adherido a su cuerpo con cinta de aislar. Tiempo después una organización creó un equipo especial a la medida.
No sólo se ha empeñado en su propio desarrollo, su intención de conquistar la cumbre, era despertar interés y conciencia de los veteranos militares, ya que muchos ex miembros del ejército con lesiones y condiciones que incluían heridas de bala o estrés post traumático.
El ascenso comenzó el 6 de enero de 2012 y diez días después, Maynard se convirtió en el primer amputado cuádruple en escalar el Kilimanjaro sin ayuda, gateó los 19,340 pies. Por esta y otras razones ha sido condecorado y reconocido por diversas organizaciones deportivas.
Nike con su campaña Unlimited retoma la historia de Kyle Mynard que nos demuestra que la limitación más grande es la de la mente, que ninguna barrera física puede ser más que la disposición de llegar a la cima.