Aunque puede considerarse una batalla que ya tenemos casi ganada, lo cierto es que aún nos quedan muchas cosas por qué luchar en cuestiones de sexualidad y aborto. Hasta hace unos meses la Iglesia y los moralistas que la ocupaban como bandera eran los principales obstáculos para que la interrupción del embarazo fuese aceptada. Sin embargo, todo cambió cuando el Papa Francisco, líder indiscutible de la Iglesia Católica, decretó una orden por medio de la cual se autorizaba y ordenaba a todos los sacerdotes absolver el aborto. Para algunos esto puede no significar nada, pero si pensamos en lo hermético que era el pensamiento religioso en cuanto a estos temas se refiere, hoy conseguimos un avance abismal.
Ellos, por decirlo de alguna manera, ya hicieron su parte pero, ¿qué es lo que hemos hecho nosotros?
Más allá de protestar y compartir cuanta información cae en nuestras manos, todos estos años hemos estado mostrando una postura pasiva en cuanto a temas de educación se refiere. De nada sirven todos los programas de salud que gastan millones en regalar preservativos, geles y pastillas, cuando la correcta información sobre su uso es escasa (si no es que nula).
Los miles de casos de embarazos no deseados, incluso a pesar del uso del condón, confirman que la mayoría de estas campañas han sido fallidas y que urge una reestructuración de éstas para que problemas como el embarazo ectópico sean parte del pasado.
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¿Qué es un embarazo ectópico?
Uno de cada cien embarazos alrededor del mundo cumple con esta modalidad en que el óvulo fecundado se deposita fuera del útero —generalmente en las trompas de Falopio—, lo cual representa un verdadero problema si consideramos que ninguna otra parte del sistema reproductor femenino tiene la elasticidad para soportar un feto en desarrollo como lo hace el útero. Cuando algo así ocurre el embrión comienza a crecer tanto que hace explotar las trompas.
Las razones por las que comienzan los embarazos ectópicos son tan graves como la desinformación misma, pues generalmente se dan cuando una mujer toma a destiempo la pastilla postday. Hay doctores que aseguran que los tratamientos con pastillas que contienen mifepristona y misoprostol no son causantes directos del problema y tienen razón, siempre y cuando dichas sustancias se tomen lo más pronto posible. No deberíamos aclararlo, pero el nombre “postday” es sólo una especie de apodo, porque dicha píldora debe tomarse apenas unas horas después de haber tenido relaciones.
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¿Cómo detectar un embarazo ectópico?
Si sospechas que estás pasando por un caso similar, lo más sensato que puedes hacer es ir al médico a que te realicen un ultrasonido. Es recomendable que realices esto antes de que comiencen los síntomas, que van desde un fuerte dolor en los hombros —ocasionado por las fugas de sangre en tu abdomen—, hasta colapsos por las constantes hemorragias ocasionadas por la ruptura de las trompas de Falopio.
De modo que si detectas sangrado abundante con presencia de tejido es imperativo que vayas al médico, pues es la señal indiscutible que de tus trompas están sufriendo daño.
Tomando en cuenta que se trata de un asunto de vida o muerte, darle más peso a la educación en cuanto a estos temas es primordial para salvar vidas que –de haber recibido la instrucción necesaria– no tendrían por qué verse perdidas a causa de un descuido. Sin las indicaciones necesarias la apertura que el mundo predica alrededor del sexo, los embarazos y el aborto resulta prácticamente inútil, pues los embarazos ectópicos causados por la toma irresponsable e inadecuada de la postday comprueban que la sociedad no está preparada para ejercer esta “libertad” sexual.
