Este artículo fue originalmente publicado por Olympia Villagrán el 12 de febrero del 2018.
Las personas que nos aman deberían comenzar a preocuparse por la respuesta a esa corta pero compleja pregunta. Dentro de la enorme lista de cosas sobre las que podríamos hablar con pasión y orgullo, –¿qué carrera elegimos y por qué, cuáles son nuestros planes, a dónde viajaremos el siguiente año, cómo nos sentimos con nuestro cambio de look, cuándo quisiéramos vivir solas, cómo está nuestra mejor amiga o cuánto nos costó obtener el promedio final con el que nos graduamos?– a muchos sólo se les ocurre preguntarnos: ¿por qué sigues soltera?
No es falta de imaginación, sino un cúmulo de ignorancia y falta de reflexión sobre lo que puede darle a cualquier ser humano –en particular a una mujer– felicidad y satisfacción. Ya que, para información de todos, no tener novio no significa que en nuestra vida abunda la derrota, depresión, angustia y el caos (no siempre)…
La próxima vez que te pregunten aquello que estás harta de escuchar, podrías usar las siguientes respuestas:
Las irónicas:
1 ¿Por qué no trajiste a tu novio?
Porque disfruto mucho ser la única que se queda sin pareja para bailar en las bodas de mis amigas y primas (lo cual quiere decir que, obviamente, no estás soltera por elección).
2. ¿Por qué no tienes novio todavía?
No sé, aún no decido si quedarme con el que no me deja trabajar o con el que me pone el cuerno todos los fines de semana (o sea: mejor sola que mal acompañada).
Las pasivo-agresivas:
3. ¿Y el novio, mijita?
¿Y la dieta, tía?
4. ¿Dónde lo dejaste?
¡Ay! Creo que se me olvidó en el estacionamiento.
Las directas:
5. ¿Qué pasó con ese muchacho, no era tu novio?
Yo también creía eso… supongo que sólo me acompañó a la comida familiar del domingo pasado para convencerme de acostarme con él.
6. ¿Ahora qué le hiciste al novio?
Se lo presté a una amiga para que su abuela no lo preguntara “¿y el novio, mijita?”.
Las evasivas:
7. ¿Por qué no quieres tener novio?
Para que no me empiecen a preguntar “¿cuándo te vas a casar?”.
8. ¿Por qué sigues soltera?
¿Por qué no?
Si quieres responder de manera astuta para dejarlos con la boca cerrada, lee “El síndrome de Tinderella: la razón de tu eterna soltería”. También te recomendamos conocer el material de una ilustradora que se burla de la “soltería”.