Fueron intensas semanas de sudor, sudor y más sudor, pero todo valió la pena. Lograste derrotar a la báscula, esa eterna enemiga que acechaba tu vida, te llenaba de angustia y te hacía sufrir cada vez que veías la aguja ascender y ascender a la par de los números. La pesadilla llegó a su final cuando decidiste terminar con los kilos de más y lograste encontrar la mejor versión de ti.
Desafortunadamente no todo es perfecto ni sencillo después de ponerte en forma. Existe una consecuencia que toda pérdida de peso conlleva: la piel flácida.
Esos incómodos sobrantes y los acumulamientos de grasa sin firmeza son frustrantes, pero eso no significa que sea imposible eliminarlas. A partir de algunos consejos sencillos podrás mantener en su lugar lo que tanto te ha costado obtener.
1. Bebe agua
¿Por qué? El líquido vital es importante en cualquier dieta. Bebe un sorbito cada treinta minutos para que tu piel se mantenga hidratada. De esa manera también te sentirás más ligera.
2. Haz pesas
¿Por qué? Una adecuada rutina de pesas hará que tus músculos recuperen y mantengan su firmeza. Acude con un especialista para que te ponga una rutina adecuada, ya que hacerlo por tu cuenta podría causarte lesiones.
Haz ejercicios localizados
¿Por qué? Se refiere a que hagas los ejercicios específicos enfocados a eliminar la flacidez en una zona determinada del cuerpo. Para ello tendrás que seguir una rutina específica puesta por un profesional.
Ingiere alimentos con colágeno y elastina
¿Por qué? Lograrán que tu piel recupere su firmeza y elasticidad de manera natural. ¿Cuáles son los mejores? Prueba con soja, zanahorias, nueces, yogures o alubias.
Bebe cítricos
¿Por qué? La vitamina C de los cítricos te ayudará a quemar rápidamente la grasa en las zonas de mayor flacidez del cuerpo. Además son excelentes para reforzar tu sistema inmunológico, sobre todo en épocas de frío.
Reduce el consumo de cerveza y tabaco
¿Por qué? Sabemos de los placeres que causa una buena cerveza fría o una calada al cigarrillo. Pero piénsalo bien, ya que hacen que tu estómago se inflame, ganes peso y que tu piel resulte dañada al reducir su elasticidad y firmeza.
Consume proteínas benéficas
¿Por qué? Las más adecuadas son las magras como el pollo y pescado. Para los vegetarianos se encuentran los garbanzos y las lentejas. Además de que te ayudarán a lucir una piel firme son alimentos deliciosos.
Báñate con agua fría
¿Por qué? Es una delicia bañarse con agua caliente, especialmente en días fríos, pero no es del todo bueno para tu salud; las altas temperaturas hacen que la piel pierda hidratación, se arrugue con rapidez y, por lo tanto, que se ponga flácida.
Evita exposiciones prolongadas al sol
¿Por qué? Tomar el sol es también uno de los placeres que los que detestan el frío más gozan, pero cuando se hace de manera excesiva la piel resulta dañada, ya que el colágeno natural que tiene va desapareciendo.
Exfolia continuamente tu piel
¿Por qué? Al hacerlo estarás eliminando toxinas que dañan tu piel y mejorarás la circulación en ella; esto traerá mayor oxigenación a tu cutis y, por lo tanto, una mayor capacidad para restituirse. Es uno de los métodos más efectivos para conservar una dermis en perfecto estado.
Bajar de peso no tiene por qué ser una pesadilla si aprendes a hacerlo de manera responsable, con la dieta adecuada y con trucos sencillos que funcionan incluso en una semana. Siempre será importante que cualquier tema relacionado con tu cuerpo lo hagas bajo la atenta mirada de un especialista que es el único capacitado para darte consejos de lo que debes hacer y el momento adecuado para ello.
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