Las mascotas son parte importante de la vida de muchas personas pues son compañía, desestres, parte de la familia. Se les cuida, se les quiere, se les atiende y se procura su bienestar en la medida de la posible. Pero hay mascotas excepcionales como Choupette, la gata del fallecido Karl Lagerfeld, una mínina de raza birmana que es una influencer y modelo.
Choupette llegó a la vida del káiser de la moda en el 2011, cuando un amigo le pidió a una de sus empleadas que la cuidara mientras estaba de viaje. A su regreso, Lagerfeld le dijo que la gata se quedaría con él, “ahora tiene otro gato que está muy gordo y Choupette se convirtió en la gata más famosa y rica del mundo”, dijo el diseñador en una entrevista.
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La elegante gata de pelo blanco con toques cafés en cara, cola y patas así como unos ojos profundamente azules es toda una celebridad, muy conocida en el mundo de la moda y de las redes sociales. Su perfil en Instagram reúne 129 mil seguidores y ha sido parte de las campañas publicitarias de la marca de cosméticos Shu Uemura y está en el calendario de Vauxhall Corsa, una marca de automóviles. Con estos dos trabajos, Choupette ganó tres millones de euros.
Choupette tiene un sitio en internet llamado Choupette’s Diary en el que hay consejos de moda y tendencias además de cartas y entrevistas que hace la mínina, en su papel de influencer y periodista, pues apareció como editora en The Karl Daily, una publicación del diseñador. También hay un libro acerca de ella, se llama Choupette: The Private Life of a High-Flying Fashion Cat y cuesta unos 500 pesos mexicanos.
También vimos a Choupette en portadas de Vogue, como en la edición alemana, en el 2013 donde acompañó a Linda Evangelista. En diciembre del siguiente año, acompañó a Giselle Bundchen en la portada de Vogue Brasil.
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En algunas entrevistas, Karl Lagerfeld señaló que Choupette “es el centro de mi mundo. Es una especie de Greta Garbo, tiene algo inolvidable, en su manera de moverse. Me inspira por su elegancia y su actitud”. En otras ocasiones, el káiser dijo que si pudiera, haría oficial su relación con su gata pero que aún no existían los matrimonios entre humanos y animales.
Para el cuidado de su gata, Lagerfeld tenía dos personas para velar en todo momento por Choupette. También hizo énfasis en que si algo le pasaba, la persona que estuviera a cargo de la gata no quedaría en la miseria pues además de la propia fortuna de la gatuna influencer, tendría su parte de la fortuna del diseñador.
Y como muestra clara de la sofisticación y de lo que representaba Choupette para Lagerfeld, ella no aparecía en cualquier tipo de campañas ni apoyaba cualquier contenido. Marcas de prestigio y estar a favor de la adopción de mascotas eran parte de su discurso pero también tenía una regla muy clara: “No permito que haga anuncios de comida y cosas por el estilo. Ella es demasiado sofisticada para hacer algo así”.
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