Este artículo fue originalmente publicado por Kate Nateras el 7 de febrero del 2019.
Seguro te has dado cuenta de que 8 de cada 10 palabras que dices en una oración son groserías, a veces tus amigos se sorprenden de la cantidad de malas palabras con las que te expresas, pero tú sabes que lo mejor es que lo haces sin intenciones de nada y mucho menos de lastimar a los demás. No existe mayor signo de confianza y comodidad que cuando te puedes expresar con malas palabras porque sientes que no tienes que aparentar algo que no eres con tu alrededor. Incluso tienes una sensación de liberación cada vez que hablas porque es una manera efectiva de desahogarte y de ser simplemente tú.
No te preocupes y mucho menos te sonrojes, tampoco pienses que debes parar porque cuando te expresas con malas palabras sólo demuestras que eres mucho más feliz e inteligente de lo que te imaginas. Sí, tener un vocabulario amplio con palabras altisonantes es signo de beneficios para tu salud y para tu estado de ánimo.
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Un estudio realizado ha revelado que las personas que dicen malas palabras poseen un IQ más alto que el resto, ya que decir una gran cantidad de insultos en el tiempo aproximado de un minuto está vinculado a una puntuación más alta en una prueba de inteligencia.
Según el estudio, un amplio vocabulario de malas palabras es señal de fuerza retórica, es decir, buena capacidad de argumentación y formulación de ideas. Los encargados del estudio también revelaron que las personas que son desordenadas y duermen tarde, de la misma forma tienen mejores resultados de evaluaciones en las pruebas.
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De acuerdo a una encuesta que realizaron los expertos a 276 participantes, las personas que dicen malas palabras son más honestas a comparación de las que no lo hacen. Asimismo, el estudio afirmó que las mismas personas con dicho vocabulario lo hacen para expresarse sin el fin de perjudicar a otros. Además, la honestidad está relacionada con la mayor cantidad de insultos en el momento que hicieron las pruebas con los participantes.
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Otro estudio que fue publicado en The Journal of Pain asegura que las malas palabras tienen el efecto de hacerte feliz en muchos aspectos si eres una persona que las dice con frecuencia. Así, si tienes el hábito de hacerlo seguido, esto puede tener un alivio de algunos de tus dolores, además de que te favorece a la hora en la que expresas tus sentimientos, te beneficia en el momento en el que haces conexiones sociales y mejora tu salud mental. El estudio también reveló que cuando dices malas palabras mejora tu circulación sanguínea, te ayuda a liberar endorfinas y te transmite la sensación de calma, control y bienestar.
Honesto, inteligente, sano y feliz ¿qué otros beneficios quieres? Continúa siendo tú mismo.
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