La música, más que sonido, más que vibraciones, más que notas, son lecciones, mensajes y sentimientos que llevas contigo durante tu día a día. Durante tu vida. La letra, la melodía, el sentido que le das a esa canción es lo que la hace sumamente especial, la hace única, la diferencia de las demás incluso. Y entonces la música cobra vida, te marca para siempre, te acompaña, te consuela, te calma y te da el refugio que no pensaste encontrar jamás. Uno de los talentos que se encargó de que lo anterior fuese así, fue el compositor y contante mexicano Óscar Chávez. Sus letras y su guitarra se encargaron de envolvernos, de seducirnos y calmarnos el corazón. Adultos y jóvenes han sido marcados por sus canciones, por su arte, por su música. Y, ahora, su voz ha llegado a sonar a otra vida.
Hace unas horas la Secretaría de Cultura confirmó el deceso del compositor mexicano de 85 años de edad, tras haber sido hospitalizado debido a síntomas de Coronavirus. En el 2019, Óscar Chávez fue reconocido como Patrimonio Cultural vivo de la capital. No hay duda de que nos deja una gran herencia, una fortuna rica de arte, de sentimientos, de aprendizajes y lecciones.
“Por ti, yo dejé de pensar en el mar. Por ti, yo dejé de fijarme en el cielo; por ti me ha dado por llorar como el mar, me puesto a sollozar como el cielo. Me ha dado por llorar”.
No importa cuan hermoso sea el paisaje, no importa cuan hermoso sea nuestro alrededor, cuando amamos a alguien no hay nada más bello que éste. Sin embargo, el dolor de un amor no correspondido puede ser tan intenso, que todo lo que miran nuestros ojos puede estar de sobra.
“Por ti, la ternura se niega conmigo. Por ti, la amargura me sigue y la sigo; por ti, me estoy volviendo loco de celos, se vuelven contra mí mis anhelos. Se vuelven contra mí”.
Intentamos sostenernos con la poca fuerza que nos queda, sin embargo, caminamos lidiando con la tristeza, la nostalgia y el dolor que ese amor nos dejó. Morimos de enojo, de rabia, de angustia.
“Por ti la vida se me ha vuelto un infierno, por ti estoy muerto de amor tan enfermo. Por ti se han vuelto llaga el sol y el dolor, se han vuelto mal la flor y el amor. Se ha vuelto mal la flor”.
Dejamos de ver todo de color rosa, se ha vuelto gris. Lo más hermoso, lo más bello se ha vuelto oscuro. Ha perdido su gracia, ha perdido su felicidad.
“Por ti el amor es la locura del cielo, por ti el llanto es una llaga de celos. Por ti el dolor es el sol sin la flor, el infierno es amor tan eterno. El infierno es amor”.
Lo hermoso se vuelve una tortura, mientras que la tortura se vuelve la calma. El consuelo, la guarida… y es ahí donde creemos pertenecer mientras el dolor pasa y pasa. Y se siente.
Hasta siempre al Caifán Mayor. Hasta siempre, Óscar Chávez.
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