Aunque algunos se nieguen rotundamente a aceptarlo, la televisión se ha convertido en una referencia cultural tan importante que ha cambiado a la sociedad en su sustrato intelectual e imaginativo. Pero precisamente por lo efectivamente estupidizante que la TV puede ser, es preciso prestarle atención y dotarla de una reflexión mayor, pues muestra, a groso modo, aspiraciones colectivas como forma mediática de entender la cultura popular y contemporánea, así como las aristas de lo que se supone que nos conmueve a diario y nos entretiene. Todas las personas en este mundo tienen, al menos, un programa de televisión preferido. Con él sueñan, disfrutan y sufren junto a los personajes, se apropian de algún estilo a la hora de vestir y por sobre todo aprenden algunas lecciones. Hace unos años la serie Sex And The City tomó por sorpresa a muchos con su desparpajado humor, que hacía referencias abiertas a la sexualidad femenina.
Considerada como un clásico instantáneo de la televisión, es precursora de grandes series como Girls, de HBO, cuya banda sonora podrían disfrutar las mujeres con el corazón roto, creada y protagonizada por la joven escritora, directora y actriz Lena Dunham, quien podría enseñarte un par de consejos útiles para escribir los mejores guiones de cine. Sex And The City, que estuvo en rotación con amplio éxito durante seis temporadas entre 1999 y 2006, se centra en un grupo de cuatro amigas —Miranda (Cynthia Nixon), Charlotte (Kristin Davis), Samantha (Kim Cattrall) y especialmente Carrie Bradshaw (Sarah Jessica Parker)—, quienes comparten y comentan su vida sexual, además de varios planteamientos y vivencias en torno de lo que significaba ser mujer en los años 90, en el contexto de una gran ciudad: Nueva York. Es mucho lo que se puede extraer de situaciones divertidas, dramáticas e irónicas, sobre la feminidad y la sexualidad. Carrie Bradshaw, con cuatro amores importantes que la atraviesan en la serie, sus crisis existenciales y vocacionales, así como los conflictos de amistad con el resto del grupo, podría no ser un modelo a seguir en todos los aspectos, pero por otra parte sólo hace falta identificar los componentes del personaje que podrían legar sabiduría en bruto. Por eso a continuación te presentamos 10 lecciones de vida que puedes aprender de Carrie Bradshaw, la protagonista de Sex And The City.
1. Los vestidos elegantes también son para el día
Toda mujer ha dudado si debe usar un vestido demasiado elegante para tal o cual ocasión. En caso de que te encuentres ahora mismo en esa diatriba y quieras lucir un megavestido pero consideras que no va con la naturaleza del evento, piensa que siempre hay accesorios que pueden bajar un look o subirlo de tono. Sólo sé libre a la hora de expresarte con el estilo, de eso no hay límites. En todo caso, lo que importa es cómo lo luces, no lo que luces.
2. El amor es una droga profundamente fuerte
Y no precisamente por algún componente químico, sino por algo más básico. El amor puede hacerte sentir en la cima del Empire State o 20 metros bajo tierra. Es normal, todo el mundo lo ha pasado y lo seguirá pasando, simplemente hay que aprender a aterrizar con estabilidad y no de golpe contra el asfalto.
3. Los amigos verdaderos se cuentan con una sola mano
Cuando tienes un problema, ¿a cuántas personas se lo cuentas? Posiblemente a tus más cercanos, quienes seguramente no deben ser más de cinco. Esto pasa porque esas cinco personas son las más cercanas, las confidentes y quienes te apoyan incondicionalmente. El resto puede pasar tranquilamente por amigos superficiales o simplemente conocidos. En la era de las redes sociales, la amistad y los vínculos emocionales pueden desdibujarse o tomar formas ilusorias. Aprende a reconocer la verdadera amistad como Carrie con Miranda, Samantha y Charlotte.
4. Deja que tu outfit lo diga todo y no te olvides de divertirte
Quienes hayan visto esta serie saben que no hay una fórmula perfecta que te diga cómo vestirte, con qué o a qué hora ponerse tal o cual cosa. Todo depende de que en un look se vea reflejada tu personalidad, tu confianza y no tengas miedo de las miradas ajenas, ya que muchas de ellas son buenas y las otras son por no animarse a lo que tú usas. Siempre sé tú misma.
5. La relación más importante que debes tener principalmente es contigo
Sí, debes conocerte, quererte, cuidarte y mimarte mucho. Lo principal para poder estar en una sana relación con otros es poder sostener una contigo misma, ya que sólo tú sabrás qué cosas no te gustan, cuáles te molestan o te hacen bien. Luego de eso, podrás conocer más a fondo qué quieres en tu vida. Es un mandato filosófico universal: conócete y aprende a vivir con tu ser.
6. Las segundas partes no siempre son buenas
Para algunos resulta demasiado obvio. Otros lo han probado y les ha funcionado, pero la realidad es que las segundas partes de una misma historia siempre serán diferentes en cada pareja. Si bien puedes pensar que al volver con tu ex algunas cosas cambiarán, también tienes que ver si realmente te demuestra que quiere hacer un cambio… o tú. Si no, cierra el libro y tíralo al basurero. Ya sabes cómo termina.
7. El street style lo creamos día a día, no en pasarelas
Muchas marcas se han apropiado de esta tendencia, mostrándola en sus carísimas pasarelas. Pero a decir verdad, el street style nace de cómo lo dice su nombre: las calles. No hay fórmula exacta para estas combinaciones. Sólo comodidad, personalidad y tu propia originalidad. Todos podemos lucirlo y ninguna marca debe decirte qué va con qué.
8. Los cambios de look definitivamente funcionan
Luego de una relación es muy común que en el proceso de recuperación queramos probar todo lo que vemos al mismo tiempo. Desde un corte de cabello extremo, uñas de colores que jamás en tu vida te hubieras puesto, hasta una renovación completa del guardarropa. La idea no es descabellada. Simplemente es una forma de hacernos sentir nuevos aires, algo renovador que te hará imparable y empoderada. Si te gusta, ¡adelante! No eres ni la primera ni la última persona que lo hará. De hecho cambiar tu apariencia es simbólicamente poderoso cuando necesitas mover el rumbo de tu vida, en cualquier aspecto.
9. Los planes dependen del estado de ánimo, no de convenciones sociales
A veces tu humor está desbordando en melancolía y lo único que quieres —o necesitas— es a tus amigas, ver películas y mucha, mucha comida. También puedes querer estar sola con tu mascota escuchando música a todo volumen o, ¿por qué no?, entaconada y ajustada para la noche. Los planes se arman dependiendo de cómo una se sienta en el momento y no hay nada de malo en cancelar o saber darte el tiempo que te mereces si no estás de ánimo.
10. La mujer moderna nunca más será como Holly Golightly
Nos guste o no, el rol de la mujer cambió con el tiempo. Ahora están presentes en la política, la economía, la comunicación y todo el mundo en general. Están en las calles luchando por sus ideales y defendiendo sus derechos. Ha dejado de existir la niña inocente que despertaba fresca como una rosa bañada en rocío, ahora despiertan las mujeres que cambian el mundo, que proponen y que logran objetivos claros más allá de la lucha de roles. El personaje creado por Capote y personificado en el cine por Audrey Hepburn es un estereotipo que raramente cumple en la actualidad.
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Nunca está de más repensar las cosas, tomar perspectiva, reunir y reponer las fuerzas emocionales desgastadas por la rutina o por algunas circunstancias para volver con mejores herramientas a resolver algún tema de razón vital. Por eso es bueno que te preguntes por qué atraes a tantos patanes al punto de estar convirtiéndote en uno.
