No todo es fuego: lo aburrido y divertido durante el sexting

El sexting se ha convertido en el juego favorito de muchas personas cualquier día por la noche (o a la hora que sea) porque sí, en muchas ocasiones logra que se nos suba el fuego por todo el cuerpo y, además, pasamos un agradable momento de pasión virtual y, sobre todo, de diversión. Claro que, como todo, las conversaciones subidas de tono tienen su lado aburrido y el opuesto, esto dependiendo totalmente del comportamiento de uno o incluso de ambos. Es verdad que no se necesita ser un total experto en el sexting, sin embargo, sí podemos considerar algunos puntos que pueden ayudarnos a que nuestro juego virtual no se convierta en un total fracaso.

Claro, también debemos considerar que es de suma importancia que durante el sexting ambos debamos estar de acuerdo con las reglas y términos.

Muchas veces, los hombres creen que lo divertido del sexting son las fotos de su pene y decirnos lo ricas que están las nuestras, sin embargo, deben saber, chicos, que eso no lo es todo. Así como a ustedes, a nosotras también nos gusta ver otras partes de su cuerpo y también nos excitamos por medio de diferentes estímulos, asimismo, si mantenemos algunos puntos que hacen completamente aburrido el sexo virtual que estamos teniendo. Así que toma nota y piénsalo. Te hemos dado el acceso al cielo .

Lo chido :

1. Cuando la diversión es mutua

Ambos la pasamos bien y el interés es recíproco. Nos preocupamos por la excitación del otro y nuestro sexting es todo un éxito.

2. Las reglas están claras

Si es un sexting sin compromiso, ambos lo sabemos y lo aceptamos. Si es sexting en una relación, bueno, sabemos qué es lo que nos gusta y lo que no. Sobre todo, estamos de acuerdo con el juego y éste es consensuado por ambas partes. Así sí.

3. Merecemos un desestrés

Todos merecemos salir de la rutina; tener una técnica nueva en el juego del placer, sobre todo cuando estamos solos en casa y el otro se encuentra lejos de nosotros. Así que una noche de nudes y mensajes subidos de tono no le caen a mal a nadie: nos divertimos, tenemos un poco de placer y, si el juego resulta muy efectivo, quizá hasta un orgasmo. Como dato curioso, los orgasmo eliminan el estrés, así que…

4. La creatividad sobresale

Debemos aceptar que las mujeres le echamos más ganitas a nuestras fotos; buscamos la iluminación perfecta, probamos cientos de poses, cuidamos los detalles de nuestra ropa interior y tratamos de no sólo enfocar la foto a una sola parte de nuestro cuerpo porque, bueno, tenemos mucho por enseñar. Así, también nos gusta recibir fotos que nos enciendan, audios, videos y que la creatividad desborde.

5. Nuestros deseos son tomados en cuenta

Que nos pregunten qué deseamos, qué queremos y se esfuercen por complacernos. Claro, la respuesta será recíproca…

Lo nefasto :

1. Que nos presionen

No es no. Si no queremos, no queremos y punto. Si nos presionan probablemente deseemos no volver a hablar contigo jamás.

2. Penes en todas las fotos

Dude, tienes mucho más que enseñar. Nos encantan las pompis, espalda, brazos, manos, cuello y hasta pecho. La creatividad es de gran importancia, así que si crees que mandando una foto solamente de tu miembro una y otra vez nos va a divertir, estás en un completo error. No todo gira alrededor de tu “amigo”.

3. Vatos intensos

Aguanta, el sexting es un simple juego y ambos debemos divertirnos. Si no queremos mandar fotos a cada rato, no es para que te molestes, simplemente estamos indispuestas (o no queremos). Si nos tardamos en contestar los menajes, pero sí estamos continuando el juego, no quiere decir que debas enviarnos más textos presionando. Tómalo con calma.

4. Mil fotos de corrido

El sexting no sólo debe ser foto tras foto, también se puede incluir otro tipo de material como una serie de mensajes explícitos, audios con una voz sensual, video, juego de preguntas, fantasías, lista de deseos, etcétera. Sí, las imágenes tienden a ser muy estimulantes, pero, tal como en el sexo, debe haber un juego que alborote la emoción y haga todo más divertido y, claro, excitante.