No quiero que te conformes, quiero que me elijas. No quiero que dudes, quiero que estés seguro. No quiero que lo pienses, sino que estés convencido. No quiero que te trabes y tampoco que pienses en salir corriendo, no quiero días de desamor y otros de miel, quiero que todos los días estés seguro de que quieres estar conmigo
No quiero un amor a medias, tampoco uno de vez en cuando, menos uno pasajero. Quiero un amor de todos los días, de abrazos y besos sinceros, de risas y diversión hasta que llegue el dolor de panza. No quiero un amor pausado y tampoco por lapsos, quiero uno continuo y seguido, uno que no dude en estar conmigo y me elija sin importar cuántos días lluviosos pueden caer. Quiero un amor que tenga ojos para mí, que tenga labios para mí y que tenga cariño para mí.
Quiero un amor que me llene de calidez absoluta, de calma y de serenidad. Quiero que me digas tus secretos y yo decirte los míos. Quiero que me elijas todos los días y que todos los días me ames. Lo quiero porque sé que es lo que me merezco y, no te preocupes, tendrás lo mismo de mí porque si decido darte mi corazón, lo seguiré haciendo todos los días hasta el fin.
Ya no quiero dudas ni besos fugaces, yo no quiero la mitad de tu corazón, ni la mitad de tus abrazos. Quiero que nos complementemos, quiero que las preguntas que tengas es qué vamos a desayunar por las mañanas y qué películas veremos por las noches pero que estés seguro de verlas junto a mí.
Sé que es complicado, pero cuando se ama de verdad, las dudas sobran, y es que si lo dudas, mejor vete. Anda. Si no estás seguro prefiero que te vayas que tenerte aquí con angustias, con miedos, con poco amor. Si no te sientes convencido, mejor vete. No porque yo no te ame, o por egoísta, sino porque yo ya no quiero un amor a medias y tú no mereces estar en un lugar en el que no sientes casi nada.
Quiero que me elijas todos los días porque yo te elegiré a ti, pero si no será así, prefiero que te vayas a ser feliz a un lugar en el que siempre decidas estar, sin importar que yo no esté.
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