Mito: la penetración es el mejor camino para llegar al orgasmo femenino
Realidad: Para la mayoría de las mujeres, es más difícil llegar al clímax solo con penetración
Según datos del Journal of Sex Behavior, el 75 % de las mujeres nunca ha tenido un orgasmo vía penetración vaginal. La vía favorita de ellas para alcanzar el clímax es la estimulación manual y oral del clítoris, órgano con miles de conexiones sensibles especializado en proveer placer: el 67 % confiesan que alcanzan la cima del placer con un masaje que involucre los labios vaginales y el clítoris. Sólo un 20 % del total de orgasmos femeninos ocurren durante la penetración según el Journal of Sex & Marital Therapy.
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Mito: La respuesta sexual femenina es idéntica que la masculina
Realidad: El clímax femenino es más difícil de alcanzar y ellas tienen orgasmos con menos frecuencia
Para alcanzar un orgasmo masculino, basta con estimular una y otra vez el pene con un movimiento de arriba abajo sin demasiada destreza. En cambio, la respuesta sexual femenina es mucho más compleja y requiere de mayor variabilidad en la estimulación. La brecha del orgasmo es real: según los Archives of Sexual Behavior, los varones heterosexuales consiguen un orgasmo en el 95 % de las ocasiones, mientras las mujeres logran llegar al clímax únicamente en el 65 % de los casos. En las parejas homosexuales, el 89 % de los hombres y 86 % de las mujeres experimentan un encuentro satisfactorio.
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Mito: El punto G es garantía del orgasmo femenino
Realidad: El punto G no existe
A pesar de la arraigada creencia popular que afirma, existe un botón del placer capaz de llevar a cualquier mujer al éxtasis en cuestión de segundos, el llamado punto G no tiene una ubicación anatómica comprobada por la ciencia y por lo tanto, se trata de un mito que carece de fundamento para sexólogos y anatomistas. Vincenzo y Giulia Puppo, especialistas del Centro Italiano de Sexología, han publicado más de una decena de papers de investigaciones con la intención de demostrar que, según sus estudios «nuestra conclusión es que todos los datos científicos publicados conducen al hecho de que que el punto G no existe».
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Mito: Existen distintos tipos de orgasmo femenino según la estimulación
Realidad: El orgasmo femenino es uno solo
De que los orgasmos varían de intensidad según el nivel de excitación no hay ninguna duda; pero de eso a creer que existen distintos tipos de orgasmos como el vaginal, anal o clitoriano hay un mundo de diferencia. Según los Puppo: «fisiológicamente, todos los orgasmos femeninos siguen los mismos patrones de respuesta sin importar cual es el origen de tal estimulación sexual. Un orgasmo que viene de frotar el clítoris no puede distinguirse físicamente de uno producido durante la penetración y estimulación del órgano que ellos llaman pene femenino (es decir, clítoris, bulbos vestibulares, labios menores y cuerpo esponjoso de la uretra femenina)».
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Mito: No hay nada más placentero que tener sexo bajo el agua
Realidad: El agua disminuye la lubricación y por lo tanto, dificulta el placer
En el imaginario popular, las escenas de sexo en el mar, una alberca o un jacuzzi ocupan posiciones de privilegio en la pirámide del placer. Los protagonistas parecen rendidos ante una experiencia única: mientras su cuerpo se sumerge, ellos disfrutan de un encuentro sexual lleno de intensidad y excitación. No obstante, en la realidad, el agua disuelve el lubricante natural de ambos sexos y dificulta cualquier estimulación en la vulva o dentro de la vagina, mermando la respuesta sexual femenina.
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