No hay básico más cool y atrevido que una leather jacket. ¿cierto? Es grandioso cómo una simple prenda puede hacerte sentir cómodo, con estilo y como un verdadero rockstar. Aceptémoslo, es una prenda completamente combinable y ecléctica que nunca pasará de moda, al contrario, es lo mejor que puede haber en un armario.
Pero como toda prenda histórica tiene sus propias anécdotas que, aunque datan de una fecha relativamente reciente, son maravillosas. Así que es fabulosa la manera en que hoy es la reina de tu clóset.
Sus primeros pasos se dieron en 1900 con los aviadores y miembros del ejército quienes recurrieron a este material para cubrirse del frío y los duros vientos que azotaban sus estadías en los aires.
Para los años veinte, llegó una especie de revolución, puesto que se comenzaron a usar en tierra también. Irving y Jack Schott diseñaron el “perfecto”, es decir una chaqueta con algunas protecciones extras en caso de que los motociclistas tuvieran algún accidente. Éste modelo era una chamarra convencional, pero con un cierre cruzado, bolsillos asimétricos y hombreras. Uno de sus patrocinadores fue Harley Davidson.
Fue hasta la Segunda Guerra Mundial que revolucionaron a las famosas bomber jackets y estaban forradas de piel de borrego. Simple, pero mucho más funcional que antes.
Así, ya en los 40 y 50, se popularizó la prenda gracias a personajes como Marlon Brando y su papel en The Wild One. Si alguien le dio estilo por primera vez a esa pieza, fue, en efecto, el actor.
O la de James Dean…
Así se mantuvo por muchos años, como una prenda para chicos rebeldes y estilizados, pero en los 70 llegó a las pasarelas de moda. Yves Saint Laurent, como director creativo de Dior agregó nuevos cortes y materiales extras a la chaqueta de piel. De este modo tomó la típica biker de cuero y la hizo con piel de cocodrilo y pelo animal. Desafortunadamente no fue la más aceptada, pero aún con ello, marcó historia.
Un poco más tarde, las bandas de rock n’ roll la tomaron como propia. The Ramones y su ajustada prenda; Jim Morrison y su sensualidad; The Clash y su rebeldía; Sin Vicious y su estilo; o Debbie Harry y su revolucionario uso. Tampoco pueden irse de la lista las chamarras de Peter Fonda y Dennis Hopper que llevaron con orgullo y estilo en Easy Rider.
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A finales de los setenta y principios de los ochenta llegó Rob Halford con su icónica vestimenta de cuero que incluía, claro, una chamarra. Lo mismo que John Travolta y su Danny Russo para Grease y Michael Jackson en el video de “Thriller”. Sin olvidar a Freddie Mercury y su clásica y enigmática chaqueta amarilla.
No olvidemos al teniente Maverick de Top Gun, a Indiana Jones o a Max Rockatansky de Mad Max. Bien, tampoco podemos dejar fuera a Axl Rose y su icónica chaqueta blanca con el logo de su banda en la espalda y Joan Jett con su estilo rebelde y enigmático.
En los noventa, fue renovada y dejó de ser la típica biker para convertirse en una torera en el cuerpo de Grace Jones o en una cazadora al mero estilo Johnny Depp.
*Mención especial para Wade Walker de Cry Baby.
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Así siguió su camino hasta ahora en el nuevo milenio, en la que Brad Pitt en Fight Club o Karen O de Yeah Yeah Yeahs. Sin olvidar que se volvió un uniforme de bandas como The Strokes o cantantes como Alex Turner. Lo mismo que Lady Gaga o RiRi. Cabe señalar que hoy, las chaquetas ya no están hechas de piel de animal.
No olvidemos que Hedi Slimane durante su puesto como director creativo de Saint Laurent escogió esta prenda como protagonista de todas sus colecciones dándole cierta versatilidad sutil. Fue un homenaje al diseñador y de paso, eliminó las pieles para no seguir lastimando a los animales.
Y en nuestros días es realmente maravillosa la forma en que se puede llevar y cómo es que puede ser tan versátil sin perder su estilo a pesar de las modificaciones que ha tenido a lo largo de su historia. Hoy puede ser genial o simplemente básica. Inclusive puedes llevarla con ropa deportiva, de descanso o denim y seguirá luciendo bien. ¿Acaso no la amas mucho más aún?
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