Eres la enemiga de tu propia autoestima. Quieres que la sociedad te apruebe, pero no te aceptas a ti misma.
La inseguridad es una de las armas más peligrosas que tenemos en contra de nosotros mismos, ya que si no la sabemos manejar terminará aniquilando nuestro amor propio. ¿Es peligroso? ¡Claro! Con la autoestima por los suelos podemos involucrarnos en situaciones dañinas, en el afán de sentir que pertenecemos a algo o que ese algo nos pertenece, pasamos por alto los daños.
La experiencia en diversos ámbitos nos marcará de por vida, es un hecho. Sin embargo, está en cada uno saber usar esas huellas a su favor. No tenemos que convertirnos en una mala persona que hiere y pisotea a otros, sino aprender a elegir, querernos un poco más y estar conscientes de que tenemos todo para hacer algo magnifico con nuestra vida.
Sentirse amada es complicado, ya que tu concepción del amor es diferente a la de los demás. Pero si a alguien debes querer sin importarte nada, es a ti misma y eso implica respetarte, darte tu tiempo y espacio, sentirte ganadora y saber que eres lo suficientemente fuerte y capaz para lograr todo lo que te propongas. No te ates a una relación (de cualquier tipo) sólo para sentirte parte de algo importante. Suelta y deja ir, pon reglas y cúmplelas: mantente firme ante tus convicciones.
Una mujer manipulable tiene relaciones amorosas basadas en las necesidades de su pareja. Contrariamente, una mujer que sabe negociar se involucra en las actividades de la persona que está a su lado sin abandonar las suyas.
La mujer que sabe negociar permite que la gente observe su vida de lejos, más no que interfieran en ella. Alguien que es manipulada se preocupa por lo que las personas piensen de ella, por lo que trata de complacerlos inconscientemente.
Cuando una mujer puede decir que “no” es porque sabe lo que quiere y comprende que debe respetarse a través de su fortaleza y seguridad. En cambio, una mujer que teme negarse a algo puede estar echando su vida a la basura, ya que trabajar en un lugar que no le gusta, vivir con alguien que la trata mal o realizar acciones que no le parecen la incomoda, lastima y frustra.
Una mujer que sabe negociar sabrá que la distancia no es impedimento para ninguna relación. Ella podrá decirle a su pareja, amigos o familia que necesita espacio cuando lo requiera. En cambio, cuando una mujer es manipulada preferirá ver a sus seres queridos felices, aunque para eso tenga que ahogarse en su propio dolor por temor a que la llamen egoísta al preferir atenderse ella que prestarle atención a los demás.
Una mujer solamente se muestra tal cual es cuando acepta sus defectos y virtudes, lo cuales se siente segura de compartir con alguien más sin miedo a ser juzgada. Pero si ella oculta todo lo que siente y todo lo que le pasa, la manipulación la hará sentirse menos valiosa de lo que es.
Dejar que otros te vean sonriendo o llorando sin avergonzarte, es razón para que tu confianza siga creciendo. Somos humanos, todos tenemos días buenos y días malos; los problemas surgen cuando ocultas tu carga emocional pues nadie sabrá como ayudarte. No dejes que eso pase: está bien llorar de vez en cuando, no todo es miel sobre hojuelas.
Negarte a ver lo que ocurre, ya sea en tu trabajo o en tus relaciones, es señal de que algo anda mal. Nadie tiene porqué juzgarte ni criticar tus decisiones. Sé fuerte, enfréntalos y quiérete a ti misma. Sigue estos consejos para fortalecer tu autoestima y si sientes que aún te falta inspiración, escucha este playlist.