Los hombres llevan dentro de sí no sólo su propia individualidad,
sino a toda la humanidad con todas sus potencialidades.
Goethe
Periodistas, psicólogos, antropólogos, historiadores, todos hablan y escriben sobre los millennials y les asignan características; que si es una generación perezosa y narcisista, que si en realidad están muy preparados y conscientes de su entorno, cada quien tiene su opinión. Hay a quienes les molesta ser señalados como un millennial, pero también hay quienes se enorgullecen. Es verdad que a nadie le gusta ser etiquetado, eso anula el carácter único de cada ser, y 80 millones de personas en el mundo no pueden ser iguales por el simple hecho de haber nacido en la misma época.
Millennial es el término que se ha elegido para asignar a la generación nacida entre finales de los 80 y el 2000. Independientemente de cumplir o no con todas las características que se les adjudica, debemos reconocer que —aunque toda persona es irrepetible— la sociedad, el momento histórico, el contexto artístico y los adelantos científicos y tecnológicos ejercen una fuerte influencia sobre el desarrollo y la cosmovisión de cada individuo.
Si sientes que eres parte de una generación que está condenada a recibir críticas y ataques constantes —incluso por parte de los que también pertenecen a este grupo—, aquí te compartimos cinco razones por las que debes sentirte orgulloso de ser millennial.
1. No se resignan a ver el trabajo como un deber únicamente, sino como expresión de una pasión; y sobre todo tienen la intención de trascender, de dejar una huella en este mundo con sus acciones. Por eso es que son una generación mucho más consciente que las anteriores. Saben que la vida es una y quieren explorarla, viajar, estudiar y amar; sí, es verdad, lo quieren todo y están dispuestos a luchar por ello.
2. Se les señala como adictos a la satisfacción instantánea, se les tacha de inmaduros y egocentristas, pero hay aspectos humanos que no están presentes en estas críticas. Los millennials buscan estar en contacto con el mundo, asumen compromisos. No es casualidad este auge de los movimientos ambientalistas, artísticos, éticos y altruistas alrededor del mundo.
3. Pretenden hacer más con menos porque así se presenta el panorama. Sus padres trabajaron duro, pero sabían que tendrían una pensión; en cambio, para los millennial esto es incierto, esos derechos sociales se desvanecen. Nacieron en la abundancia, sí, los 80 y 90 fueron décadas de despilfarro y quizás están mimados, pero ya les alcanzó la crisis y han heredado una sociedad corrupta que persigue el éxito a costa de cualquier cosa. Todo se ha vuelto un mercado, pero ellos saben que eso no basta. Prefieren trabajos flexibles para dedicar tiempo a otras actividades de crecimiento personal, aunque eso represente menos dinero.
4. Atraviesan un momento en el que toman consciencia de cómo hemos vivido. Nunca en la historia un grupo se reconocía a sí mismo de forma tan definida. Sin embargo, las trampas son el narcisismo y asumir los movimientos civiles como modas y tendencias, o sumarse al emprendedurismo y la espiritualidad light que —disfrazada de ética— pretende integrarnos al mismo sistema corrupto. El neoliberalismo se alimenta del miedo y la confusión, genera conciencias superficiales construidas con likes y activismo virtual. No es casualidad que el término millennial fue acuñado por la mercadotecnia para identificar a un sector de consumidores potenciales, no a personas.
5. El mundo es uno antes y después de Internet, y esa transición fue encabezada por los millennials. En su mayoría, las generaciones pasadas no entienden por qué el millennial recurren a la tecnología para todo; no entienden el tiempo que ahorra, el acceso que otorga a información amplia y un sinfín de herramientas. Así es, no todo es el face, estimados baby boomers, y no es posible volver a la época de la eterna calma.
Siempre existe una añoranza del pasado y se enjuicia a los jóvenes —que de alguna u otra manera son producto de quienes los señalan. Así como la generación que viene es heredera de las consecuencias de nuestra forma de vivir, la belleza de la juventud radica en querer cambiar al mundo, trabajar con sus herramientas para transformar lo que ya es. Y ese ímpetu, esa fe es muy valiosa y necesaria; sobre todo en momentos como éste, la era del progreso que con toda su ciencia y tecnología no ha logrado garantizar a todo individuo una vida digna y feliz.
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No es fácil abrirse paso en un mundo laboral cada vez más competitivo, si quieres saber cómo ser un millennial existoso, checa este artículo. Además, te compartimos este artículo sobre cómo Bob Dylan definió a la generación millennial en una canción.