Qué palabras usa alguien que realmente está enamorado de ti

Qué palabras usa alguien que realmente está enamorado de ti

Qué palabras usa alguien que realmente está enamorado de ti

El mundo ya está demasiado grandecito como para seguir creyendo en el azul para niños y el rosa para niñas. Simplemente pensar en el hecho de que un color defina nuestro sexo es una reverenda tontería. Sobre todo ahora que hablar de una sexualidad libre, es completamente normal todas estas etiquetas sólo vienen a destruir lo que nos ha costado tanto trabajo construir a partir de cambios de paradigmas y revoluciones sexuales.

Hace unos meses, cuando el bicentenario de la muerte de la escritora Jane Austen era una noticia internacional que incluso Google replicó en su ya conocido doodle, tanto fue el impacto de esta conmemoración que muchos autores dedicaron algunas de sus columnas a analizar la estructura de la literatura escrita por mujeres. La respuesta hacia este tipo de notas naturalmente fue de profundo desacuerdo y es que ¿quién en su sano juicio, en pleno siglo XXI, asegura que el estilo discursivo se basa en cuestiones de género? Al parecer John Katz, Clarie Cain Miller y Kathleen A. Flynn del New York Times son justo esas personas.

Guiándose en los ensayos ─tanto recibidos como rechazados─ que sus colaboradores escriben para la sección llamada “Modern Love”, los tres investigadores del popular periódico se dieron a la tarea de contar y graficar todas las palabras que aparecen en dichos textos para saber con exactitud cuáles son las palabras más utilizadas por cada género. De acuerdo con los datos obtenidos, cuando un hombre habla de amor, hace mucho más hincapié en las acciones o bien en lo sexual. En general, los hombres gustan de palabras más activas, incluso cuando se trata de un tema tan delicado como lo es el amoroso: “batalla”, “bomba”, “golpe” son algunas de los elementos que un varón utilizaría para este tipo de analogías.

Por otro lado, las mujeres ven más hacia los sentimientos. Las palabras que las autoras utilizan con mayor frecuencia al realizar su textos tienen que ver directamente con cuestiones sentimentales y hasta familiares; de acuerdo con las tablas, las palabras más usadas y que aluden a una parte de la sensibilidad son: “furioso”, “agonía”, “dolor” y “resentimiento”. Si dirigimos nuestras miradas hacia los asuntos familiares, al usar palabras como “madre” o “hija”, ellas lo hacen refiriéndose a sí mismas, mientras que ellos simplemente prefieren crear avatares como una especie de escudo, porque si somos sinceros, nos cuesta trabajo enfrentarnos a nosotros mismos.

Si lo transportamos a un plano un poco más íntimo, alejado de cualquier cuestión literaria o ensayística, tenemos las herramientas suficientes para saber cómo habla y piensa alguien cuando está enamorado. No importa cuán inconformes puedan estar los puristas literarios; la suavidad de las palabras o su dureza son indicadores infalibles para detectar cuando un sentimiento es verdadero o simplemente es fingido, ¿podría fallar? Por supuesto, pero si algo se debe tener en consideración es que el cerebro, cuando se trata de sentimientos regresa a su primitiva forma del pensar y actuar automáticamente, de modo que las fallas podrían ser casi imperceptibles.

Todo esto no apoya en ningún punto teorías absurdas como las que dictan que autoras como Rosario Castellanos sólo saben escribir sobre sentimentalismos, pues como dice el mismo Robin Lakoff, profesor emérito de lingüística en la Universidad de California: «probablemente sea mejor decir que estamos un tanto confundidos acerca de los roles de género y los estereotipos». En ese sentido, debemos entender que estas tablas sólo se basan en la estadística y que de significar algo, cualquier insinuación sería una mera teoría que, como tantas, acepta fallas. No obstante, siempre resulta interesante cómo es que la lengua trabaja en estas circunstancias.

Salir de la versión móvil